Franco Méndez, quien resiste con su abuelo de 84 años el desalojo del terreno donde viven en Santa María, aseguró que este fin de semana cuatro policías encapuchados le dieron una golpiza y le fracturaron tres costillas.
Sucedió el sábado a la noche cuando el joven regresaba a la casa donde vive con su abuelo. Es uno de los vecinos cercanos a la autovía de Punilla y «forzado al desalojo» por los responsables de llevar adelante las obras.
A través de un comunicado difundido en las redes sociales, Asamblea de Punilla denuncio que el sábado 23 a la noche «cuatro policías encapuchados y motorizados salieron en plena oscuridad, le dieron una paliza, dejándolo tirado en la tierra» a Franco, nieto de un vecino de 80 años. «Saturnino Abel Méndez es el abuelo de Franco y vive hace más de 40 años en Santa María de Punilla, lo quieren desalojar con violencia. Al no haber precisiones sobre el monto de la expropiación no le aseguran ni el alquiler para unos meses y no quiere moverse».
De acuerdo al comunicado que difundió la Asamblea a través de las redes sociales, en la noche de 23 de julio, Franco, nieto de Saturnino Abel Méndez, «fue al pueblo a cargar la batería de su celular ya que les han cortado la luz y el agua, para intimidarlos, y al regresar a su casa, cuatro policías conduciendo motos de la fuerza, uniformados, encapuchados, en plena oscuridad le dieron una paliza, dejándolo tirado en la tierra».
Y agregaron: «Él pudo comunicarse con un amigo que lo socorrió y lo llevó a su casa, a media cuadra. Fue llevado por otros vecinos al Hospital Domingo Funes, muy dañado. Entre otras lesiones, tiene perforado el pulmón, a raíz de las patadas recibidas. Quedó internado y los vecinos fueron a la Unidad Judicial de Cosquín, donde realizaron la denuncia correspondiente».
Desde la Asamblea indicaron que realizaron la denuncia en la unidad judicial correspondiente, que se encuentran reunidos en plenario abierto para analizar qué medidas tomar y acusaron al Gobierno provincial, a la Policía de Córdoba y a Caminos de las Sierras.
«Continúa el conflicto social, el violento e inescrupuloso avance del gobierno de la provincia, Caminos de las Sierras y la Policía de la Provincia de Córdoba, sigue dejando huellas en la población del Valle. Otro caso más contra los adultos mayores: después de 40 años de vivir en Santa María de Punilla, Abel Méndez es forzado al desalojo; no hay precisión sobre el monto de la expropiación, no le aseguran ni el alquiler para unos meses y, lógicamente, no quiere abandonar su hogar. Los métodos para obligarlo son cada vez más perversos», manifestaron los integrantes de la Asamblea de Punilla.
