En su alegato final, el fiscal Marcelo Sicardi del juicio por el femicidio de Catalina Gutiérrez pidió que Néstor Soto, único acusado, sea condenado a prisión perpetua y aseguró que el autor confeso del hecho “es un lobo con piel de cordero”. Este miércoles, el tribunal dará su veredicto.

En el marco de la última audiencia del juicio por Catalina Gutiérrez, la joven asesinada el 17 de julio pasado en Córdoba, el fiscal Marcelo Sicardi dio sus alegatos finales y pidió prisión perpetua para Néstor Soto, el único imputado por el crimen.

El representante de la Fiscalía fue contundente al dirigirse a los jueces del Tribunal II que al final del día emitirán su veredicto sobre el acusado, quien este martes confesó haber matado a la víctima.

“Estamos ante un femicidio”, subrayó Sicardi en su última intervención del proceso judicial, en la que también definió a Soto como “un lobo con piel de cordero” tras asegurar que volvió a mentir durante su confesión.

“La víctima es una sola, Catalina Gutiérrez. De acá derivan sus papás. Néstor Soto es victimario, solo él es el responsable de dejar de haber sido amigo, de que lo sindiquen en la cárcel. Él es victimario”, dijo el fiscal este miércoles.

Y agregó: “Quiero hacer un reconocimiento especial a Eleonora, Marcelo, Lucía, a sus amigos. No es fácil estar escuchando mentiras. Este homicidio concursa idealmente con femicidio. Finalmente, la consecuencia de los dos homicidios y esto es uno relativo a la pena, la pena única posible es la de perpetua”.

El futuro de Soto, de 22 años y compañero de Catalina en la carrera de Arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba, se espera que sea definido cerca de las 18 horas, cuando los jueces darán su veredicto.

La confesión de Néstor Soto

En las últimas horas, el detenido por el femicidio confesó el crimen y relató cómo fue la discusión que derivó en el asesinato. Según sus dichos, todo comenzó cuando Catalina llegó a su vivienda y le reprochó, supuestamente, no haberla invitado a una reunión con amigos mientras él terminaba de arreglarse.

Le dije que me iba a cambiar de ropa y me respondió: ‘Dale, culiado, encima de que no me invitás, ¿te tengo que esperar?’”, afirmó Soto, y continuó: “Me acuerdo de que le contesté mal, me enojé y le dije: ‘Tomátela’. Ahí ella se enojó y me dijo: ‘Nesti, no podés ser tan pelotudo’ y me dio una cachetada”.

Según su testimonio, él respondió violentamente. “Reaccioné con un golpe y le dije: ‘Cati, me fui a la mierda, perdón’. Ella me dijo: ‘Pelotudo, me pegaste re fuerte’. Me agarró de la remera y terminamos los dos en el piso peleando”, detalló.

En ese momento, reveló que le aplicó una maniobra de estrangulamiento hasta que la joven de 21 años quedó inconsciente.

Ella estaba en el piso y me tocó el cuello. Era una práctica que hacíamos antes. Me apretó fuerte la nuez y ahí se me apagó la tele. Ahí arranca el Néstor Soto loco. Le agarro las manos, se las zafo y hago la maniobra del mataleón. Lo hice fuerte y lo dejé de hacer. No es que me cayó la ficha. En ningún momento paró ese estado de emoción”, continuó su relato.

«Mi hija está en un cajón por tu culpa»

La madre de Catalina Gutiérrez, la joven de 21 años asesinada en la ciudad de Córdoba, se expresó ante los jurados tras la lectura de los alegatos y manifestó su dolor frente a Néstor Aguilar Soto: «Mi hija está en un cajón por tu culpa».

Se trata de Eleonora Vollenweider, quien estuvo acompañada de su esposo Marcelo Gutiérrez y mientras sostenía su mano. La mujer señaló: «Néstor no solo mataste a Catalina, me mataste a mí, a Marcelo y a Lucía. Mataste proyectos y futuro».

«Vos como nadie conocías a Catalina, sabías lo que te quería», consignó entre lágrimas.

En este sentido, la madre de la víctima sostuvo que «ahora le sobra un lugar en la mesa, una cama, un lugar en el auto y todo el amor que tenía para darle a su hija», al tiempo que añadió: «La extraño y su ausencia es durísima».

Por su parte, le pidió a Soto que la mire a la cara, pero el acusado mantuvo su rostro hacia abajo: «Me gustaría que me miraras, Néstor, mirame».

«Te escucho decir que estás en una celda, que tu vida era perfecta… ¿sabés dónde está Catalina? en un cajón. Ahí está mi hija por culpa tuya», arremetió Eleonora.

Luego, el oriundo de San Carlos de Bariloche tuvo la posibilidad de expresar sus últimas palabras, pero se negó.

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