El Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Río Cuarto repudió los hechos de violencia que involucran a un concejal de Río Cuarto y reclamó que el repudio se acompañe con políticas y acciones concretas para revertir esta situación.

A través de un comunicado el organismo marcó su posición respecto a las denuncias de violencia de género contra el edil Pablo Carrizo, y también cuestionó a los organismos públicos por la falta de acciones concretas ante este tipo de hechos.

Comunicado

Ante los hechos de público conocimiento que involucran a un concejal de la ciudad de Río Cuarto en hechos de violencia de género que están siendo tratados en el ámbito de la Justicia, este Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Río Cuarto RATIFICA las declaraciones que desde hace años emite en contra de este tipo de violencias que dan cuenta de las desigualdades entre los géneros y que nos afectan como sociedad.

Como ya lo hemos manifestado en distintas oportunidades, todo acto de violencia de género contra mujeres y diversidades sexuales no solo debe ser repudiado porque atenta contra las personas particulares y contra la sociedad en general.

El repudio debe ir acompañado de políticas de género efectivas y diligentes que contribuyan de forma inmediata al cese de las acciones, a la reparación de estas situaciones y a las necesarias sanciones por parte de las instituciones pertinentes que tienen que entender y actuar en estos casos.

En esta línea, sostenemos y reclamamos una pronta resolución por parte

de la Justicia de este caso y un acompañamiento activo a quienes padecen

estas situaciones por parte de todas las instituciones dedicadas a la

elaboración y ejecución de políticas de cuidados frente a las violencias

de género.

Las violencias de género no reconocen clases sociales,

credos, razas, etnias, posiciones de prestigio y de poder, nos

intersectan como comunidad.

La erradicación de las mismas depende del

compromiso político y social que asumamos desde nuestras prácticas y

discursos individuales e institucionales.

Por ello, insistimos, junto al repudio, acciones concretas y efectivas.

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