Los cuerpos de Brenda Del Castillo, Morena Verri y Lara Gutiérrez fueron hallados enterrados en una vivienda de Florencio Varela. El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, aseguró que se trató de “una trampa organizada por una banda narco”, mientras que familiares apuntan a la inacción de la Policía y la Fiscalía.

La Policía bonaerense confirmó el miércoles el hallazgo de tres cuerpos en el marco de los allanamientos y rastrillajes por la búsqueda de las jóvenes Brenda Loreley Del Castillo (20), Morena Verri (20) y Lara Morena Gutiérrez (15) en Florencio Varela. Fuentes de la investigación señalaron que el resultado del operativo fue “positivo”, aunque inicialmente hubo hermetismo ya que no se había logrado identificar los cuerpos en el lugar. Más tarde, familiares de las víctimas realizaron el reconocimiento en la Morgue Judicial de Lomas de Zamora.

El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, confirmó en conferencia de prensa que los crímenes fueron parte de “una trampa organizada por una banda narco con base en la Villa 1-11-14”, vinculada a un líder peruano intensamente buscado. Según detalló, las víctimas subieron por sus propios medios a una camioneta blanca en la Rotonda de La Tablada, convencidas de que iban a un evento en el que cobrarían dinero, pero fueron llevadas al domicilio donde las asesinaron entre las 23 y la medianoche del viernes 19 de septiembre.

Actualmente hay cuatro detenidos ligados a la organización criminal, acusados del delito de homicidio agravado, aunque Alonso reconoció que “hay más personas involucradas”. La Fiscalía mantiene el secreto de sumario sobre los allanamientos y la secuencia del hallazgo de los cuerpos.

La hipótesis narco

Fuentes de la investigación señalaron que el trasfondo del crimen sería el robo de droga a uno de los integrantes de la banda. Una de las jóvenes habría sustraído parte de la cocaína días antes, lo que desencadenó la venganza. Como represalia, los captores habrían montado la llamada “fiesta narco”, en la que las chicas fueron engañadas con la promesa de un trabajo por 300 dólares cada una.

El dolor de la familia

En paralelo a los avances judiciales, la familia de las víctimas mantiene un duro reclamo. Antonio, abuelo de Brenda y Morena, manifestó su indignación: “Se aprovecharon de las necesidades de Brenda y Morena. Escuchando al ministro tragué mucho veneno”.

El hombre cuestionó la demora en los operativos de búsqueda y la actuación de la Fiscalía y la Policía: “Fue todo muy tarde. Estamos enojados porque no lo hicieron antes. Recuperaron barridos del día anterior”. También subrayó la necesidad de enfocar la responsabilidad en quienes organizaron el crimen: “¿Quién les dio las drogas? ¿Por qué no buscamos a los responsables?”.

En medio del dolor, Antonio remarcó la importancia de respetar la libertad individual de las jóvenes: “Con tu cuerpo vos podés hacer lo que quieras”. Y relató el impacto íntimo de la tragedia: “El hijo de Brenda llega a la noche y pide por la madre”.

Los familiares aseguraron que continuarán movilizados hasta que todos los responsables sean identificados y juzgados.

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