El Colegio de Farmacéuticos de Río Cuarto advierte sobre las dificultades que atraviesan las farmacias debido a atrasos en los pagos de PAMI y recortes en la cobertura de medicamentos. La situación afecta tanto a los afiliados como a la viabilidad de los negocios.

Las farmacias atraviesan una situación delicada debido a los cambios en la cobertura de medicamentos por parte de PAMI y a un preocupante retraso en los pagos.

En declaraciones a CBAHOY, Mariano Rosas, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Río Cuarto, advirtió que la obra social más grande del país no solo ha modificado la cobertura de algunos medicamentos, sino que también acumula demoras en la cancelación de deudas con las farmacias, lo que podría comprometer la continuidad de la atención.

“Nos hemos ido anoticiando en los mostradores de las farmacias de los cambios que PAMI fue generando en el vademécum porque no tenemos una información oficial respecto a cuáles son los medicamentos que han tenido modificaciones en la cobertura y con el correr de los días nos fuimos anoticiando”, expresó Rosas, quien destacó la incertidumbre y preocupación que esto genera tanto en los profesionales como en los pacientes.

Los recortes en la cobertura se han focalizado en medicamentos que no son para tratamientos crónicos, pero que anteriormente tenían una cobertura del 80% al 100%. Según Rosas, ahora esos mismos productos han visto reducida su cobertura al 40%, lo que provoca que los afiliados deban asumir un mayor costo de bolsillo. Esta situación, lejos de ser solo una cuestión administrativa, tiene un impacto directo en la salud de los pacientes.

“Estamos viendo que en algunos casos el paciente opta por cortar el tratamiento, en otras oportunidades no vuelve por la medicación o genera una nueva interacción médico-paciente para ver qué medicación tomar. En algunos casos se produce el abandono del tratamiento o el paciente elige llevar el de mayor cobertura. Se puede apreciar una disminución en la voluntad de acceso al tratamiento, muchas veces basada en la dificultad económica”, señaló.

Además del impacto en los pacientes, las farmacias también enfrentan serias dificultades financieras debido al atraso en los pagos de PAMI. Rosas informó que la demora en el pago de la deuda lleva más de una semana, y aunque desde el organismo han prometido regularizar la situación, la incertidumbre sigue latente. “Este atraso para las farmacias es vital porque tienen un altísimo componente de facturación de PAMI y un atraso en la prestación puede generar serios inconvenientes, e incluso en algunos casos correría el riesgo de la prestación del servicio”, advirtió.

La situación coloca a las farmacias en un “compás de espera y alerta”, con la expectativa de que al cierre de esta semana PAMI haga efectivo el pago prometido. Mientras tanto, tanto los profesionales como los pacientes continúan lidiando con las dificultades que esta crisis genera en el acceso a los medicamentos.

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