Cerca de 2.000 riocuartenses participaron ayer de la emotiva proyección de Rizoma – Himno Nacional Argentino en el Anfiteatro Municipal organizado junto con el Instituto de Artes Folclóricas Vitillo Ábalos y el proyecto local Cine con lo que hay.
Uno de los aspectos más destacados de esta iniciativa fue la participación activa del público, ya que las imágenes capturadas durante la proyección se incorporarán a la escena final del cortometraje. De esta manera, los asistentes no solo disfrutaron de la película, sino que también se convirtieron en parte integral de la obra, aportando su presencia a la narrativa audiovisual.
Carolina Ambrogi, directora de Cine con lo que hay, expresó su satisfacción por el apoyo de la comunidad: «La respuesta fue abrumadora. Se formaron largas filas de hasta dos cuadras para ingresar al anfiteatro, y contamos con casi 2.000 personas presentes. Más allá del resultado artístico, nuestro objetivo era crear algo de calidad que reflejara nuestra identidad local, y está claro que lo conseguimos».
Ambrogi también subrayó la importancia de lograr un producto que conecte con la gente: «La participación masiva es una muestra de que la propuesta resonó profundamente en la comunidad. Queríamos que este cortometraje fuera una experiencia colectiva, y la cantidad de asistentes nos reafirma que lo logramos».
Una obra que creció con la comunidad
Por su parte, Ariel Barreda, director del Instituto Vitillo Ábalos, destacó la magnitud que adquirió el proyecto: «Lo que empezó como una idea sencilla, basada en rendir homenaje a nuestra canción patria, fue creciendo de una manera inesperada. Nos sorprendió el alcance que tomó, tanto a nivel técnico como en la recepción de la gente. Rizoma es un testimonio del poder que tienen las expresiones artísticas cuando se conectan con el sentimiento colectivo».
El cortometraje, que toma como eje el Himno Nacional Argentino, no solo busca resaltar un símbolo patriótico, sino también generar una reflexión sobre la identidad y la pertenencia en la sociedad actual.

Un cierre participativo
La integración de las imágenes del público en la escena final es un gesto simbólico que refuerza la idea de que el cine, además de ser una manifestación artística, es una herramienta para construir comunidad. El cierre de la proyección dejó en claro que Rizoma no es solo una película, sino un espacio de encuentro y de identidad compartida.
El éxito del evento confirma la importancia de fomentar proyectos culturales que, como este, logren trascender lo artístico y convertirse en un reflejo del sentir de la gente.