El reciente Pacto de Mayo firmado por el presidente Javier Milei con varios gobernadores generó malestar en algunas entidades del sector agropecuario. Si bien el acuerdo de 10 puntos destinado a la «reconstrucción de Argentina» basado en principios de libertad ha sido apoyado, la falta de representación rural en el evento causó enojo en algunos dirigentes del campo.

La convocatoria del presidente Milei obtuvo un respaldo inicial por parte de varias entidades agropecuarias, quienes vieron en su discurso un reconocimiento a los impuestos que asfixian al sector privado, particularmente al agro. Milei calificó estos impuestos como parte del «infierno fiscal» que afecta al sector productivo argentino, lo que resonó positivamente en la comunidad agropecuaria.

La Sociedad Rural, la única presente

En el acto realizado en la Casa de Tucumán, la única entidad del sector presente fue la Sociedad Rural Argentina (SRA). Sin embargo, su presencia se dio a través del G6, un grupo que integra a las seis principales asociaciones empresariales argentinas: la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA), la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) y la Unión Industrial Argentina (UIA).

El presidente de la SRA, Nicolás Pino, destacó el carácter histórico del evento y expresó la esperanza de que el Pacto de Mayo se traduzca en mesas de trabajo efectivas para superar la crisis que afecta a la sociedad. En su declaración, Pino subrayó la importancia del sector privado en generar arraigo y desarrollo económico en todas las provincias, resaltando el rol fundamental del campo en un país que busca consensos.

Enojo de otras entidades del campo

A pesar de la participación de la SRA, otras importantes organizaciones del sector rural expresaron su malestar por no haber sido convocadas. La Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) emitió un escueto mensaje en la red social X, destacando la necesidad de un acuerdo entre la política y la sociedad para lograr el bienestar a través de la producción y la agroindustria.

Por su parte, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Federación Agraria Argentina (FAA) manifestaron abiertamente su descontento. CRA, que previamente había expresado su apoyo a los postulados de Milei, lamentó no haber sido incluida en el evento. La entidad consideró que, para que el Pacto de Mayo sea inclusivo, debió contar con la presencia del campo en su genuina composición, dada su distribución territorial y su contribución al proceso productivo y al erario público.

CRA enfatizó que su queja no estaba motivada por vanidad, sino por la convicción de que el diálogo con el campo debe incluir a todas las partes, incluso aquellas con propuestas que pueden no alinearse con las medidas del actual gobierno. La entidad expresó su confianza en que las autoridades nacionales ampliarán su perspectiva y convocarán a todos los actores del sector productor en futuras ocasiones.

El presidente de la FAA, Elvio Guía, también expresó su sorpresa y descontento por la exclusión de los pequeños y medianos productores del Pacto de Mayo. Recordó que en marzo la FAA solicitó ser parte de este acuerdo junto con el resto de las entidades del sector. Guía criticó al gobierno por darle la espalda al sector productivo que representa la FAA, subrayando la importancia de su participación en momentos tan trascendentales para el país.

Declaraciones del G6

El G6, del cual forma parte la SRA, emitió un comunicado celebrando y apoyando el acuerdo alcanzado en el Pacto de Mayo. En su declaración, el grupo empresarial destacó que desde hace tiempo promueve una base de acuerdos básicos para el desarrollo del país y el bienestar de su población. El G6 considera que el Pacto de Mayo es un principio que permitirá a Argentina tener un rumbo claro en políticas económicas y sociales, y que es fundamental potenciar la producción y el trabajo con una integración inteligente al mundo.

El comunicado también subrayó la necesidad de que las políticas de Estado sean firmes y claras, como lo expresa el Pacto de Mayo, y que sean respetadas para generar un marco de confianza en el país. La firma del documento fue vista como una muestra de responsabilidad y madurez por parte de los líderes políticos, lo que ayudará a restaurar la credibilidad de Argentina a nivel nacional e internacional.

El Pacto de Mayo ha sido recibido con una mezcla de apoyo y descontento en el sector agropecuario. Si bien muchas entidades ven en este acuerdo una oportunidad para impulsar la producción y el desarrollo económico del país, la falta de inclusión de todas las voces del campo ha generado una fuerte reacción de enojo. Las declaraciones de CRA y FAA reflejan la necesidad de un diálogo más amplio y representativo, que incluya a todas las partes del sector agropecuario en las decisiones clave para el futuro de Argentina.

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