Este viernes 24 de mayo se vivió la 300ª colación de grado y posgrado de la Universidad Nacional de Río Cuarto. En sus 53 años de existencia la casa de estudios ya entregó más de 31 mil títulos profesionales.

La ceremonia tuvo lugar en el aula mayor José Alfredo Duarte y en su transcurso recibieron diplomas 82 graduados de las cinco facultades: 19 de Agronomía y Veterinaria, 7 de Ciencias Económicas, 21 de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales, 30 de Ciencias Humanas y 5 de Ingeniería. Por las autoridades habló la vicerrectora de la UNRC, Nora Bianconi, y por los nuevos profesionales lo hizo la abogada Victoria Turturro.

Antes de la ceremonia, la rectora de la UNRC, Marisa Rovera, izó la bandera nacional en el anfiteatro general San Martín como parte de la conmemoración universitaria del aniversario de la Revolución del 25 de mayo de 1810.

El acto de colación fue presidido por la vicerrectora, junto a quien compartieron el estrado las decanas de Agronomía y Veterinaria, Carmen Cholaky, y de Ciencias Exactas, Marcela Daniele; los decanos de Ciencias Humanas, Fabio Dandrea, y de Ingeniería, Julián Durigutti; la vicedecana de Ciencias Económicas, Susana Mussolini, y los secretarios académico, Pablo Pizzi, y general de la UNRC, Jorge Miguel.

Minutos después del inicio de la colación se proyectó un video producido por UniRío TV con imágenes del siglo pasado y el actual, unidos por la plenitud de coronar con diplomas años de estudio.

Aprendizaje vital

Al cabo del ingreso de las banderas de la UNRC y de las facultades y de la entonación del himno nacional se dirigió a los presentes Victoria Turturro.

La abogada ponderó que las graduaciones dan la pauta de “un logro enorme” de “quienes trabajan en todas las áreas de la Universidad” y “del pueblo argentino”. Por ello, se ocupó de agradecer “a las familias” por “su sostén, su apoyo, su motivación” y particularmente por su entrega “en momentos difíciles”.

La gratitud de Turturro llegó a “los profesores, por su dedicación, su paciencia, su compromiso” y por transmitir “amor por la profesión”.

Luego, compartió palabras que había escrito el año pasado, cuando “pese a estar cerca veía lejos la meta” profesional, para cuya consecución hubo de atravesar momentos difíciles. De ahí que en retrospectiva sienta que “la universidad pública me enseñó mucho, me formó como persona, no solo de derecho y leyes”.

Aprendió en el camino, no sin miedo, que, como en los demás ámbitos de la vida, la carrera le demandó “disciplina, sacrificio” y le permitió “disfrutar de lo que cuesta”. Supo que “la frustración es parte de la vida” y que debía “seguir confiando e intentando”.

En prospectiva, Turturro planteó que “como graduada de Abogacía” sabe que “por cada derecho siempre nace una obligación”, motivo por el cual invitó a los otros profesionales que recibieron sus títulos este 24 de mayo a ejercer “con honestidad, integridad, de manera justa y solidaria”, en consonancia con el lema de la UNRC: creer, crear, crecer. Ello servirá para “retribuir un poco a nuestro querido pueblo argentino esta posibilidad que nos regaló”.

Previo a la actuación del Ensamble de música de la UNRC, la vicerrectora tomó juramento a los flamantes egresados, entre quienes hubo quienes concluyeron sus carreras merced al programa Potenciar la Graduación, orientado a que retomen sus estudios quienes los habían dejado a falta de 30 por ciento o menos de sus planes.

Histórico anhelo

A cuento del contexto de la ceremonia, 300ª de la UNRC, la vicerrectora invitó a los 82 nuevos egresados a “recorrer algunos momentos por demás significativos como postales de un tiempo sin tiempo que por alguna razón hoy confluyen y nos inducen a pensar en los anhelos individuales y colectivos. ¿Qué significado podemos mencionar para la palabra anhelo? Se suele definir como deseo vehemente, ansia, empeño, aspiración.

Según lo señala Le Goff, la propia institución universidad encuentra en sus orígenes un surgimiento que emuló la organización gremial, ya que se gestó como comunidad, como asociación técnica o corporación pública de tal forma que, para aprender un oficio, los estudiantes se relacionaban con personas de renombre, llamados doctores, dando origen a una nueva relación, la del maestro-aprendiz. De este modo la enseñanza gradualmente se convirtió en una forma de vida particular, a través de la cual los estudiantes buscaron acuerdos corporativos especiales frente a la Iglesia, a las autoridades seculares y al resto de la sociedad. Empeño, aspiración y anhelo colectivo por aprender”.

Bianconi continuó su alocución en la fría mañana de viernes diciendo que “hablar de universidad es hablar de institución”, o sea, “pluralidad de personas, lo cual contribuye a superar la concepción del mundo individualista sin caer en el  simple agregado de individuos o del colectivismo despersonalizante”. Señaló que “hay institución desde el momento en que varias personas, decididas a realizar un cierto fin, se organizan a este efecto de una manera durable. La institución se afirma, en primer lugar, como una entidad distinta teniendo una individualidad propia en el entramado social”. 

La vicerrectora recordó en este marco que “el 1 de mayo de 1971, el Poder Ejecutivo Nacional promulgó la Ley 19.020 creando así la Universidad Nacional de Río Cuarto. Este hecho evoca la imagen del inicio de las obras edilicias en el campus, como también aquellas tareas que involucraron, pedir la línea de ribera, el relevamiento altimétrico del terreno, el alambrado perimetral y hacer llegar luz, teléfono y agua. Luego la construcción de la entrada y una garita para vigilancia, se inauguró el mástil y la bandera.

Pero quiero detenerme en lo vincular: encontramos desde esa mirada nuevamente el anhelo como “deseo vehemente” que impulso a aquel grupo de personas de distintos ámbitos, acompañadas por toda la comunidad para avanzar y hacer realidad el sueño de la universidad para la ciudad y la región. Y las ansias y los empeños permitieron que la Universidad siguiera creciendo”. 

Desde el Aula Mayor en la 300ª de la UNRC, el 24 de mayo de 2024, evocó que “el 9 de mayo de 1973 se registró la primera colación en la cual recibieron sus diplomas los primeros 19 egresados, 14 varones y 5 mujeres. Se trataba de contadores públicos, ingenieros agrónomos, ingenieros agromecánicos y 1 diploma de asistente de Servicio Social Rural.  En diciembre del mismo año acontece la segunda con 13 egresados, contadores públicos e ingenieros agrónomos”.

La memoria llevó a la vicerrectora a 1974, cuando “la Facultad de Ciencias Humanas tuvo sus primeros egresados que pertenecían a la carrera de Asistente Social. En el año 1976 en la Facultad de Ciencias Exactas recibieron su título los profesores en Matemática, al mismo tiempo la Facultad de Ingeniería entregó sus primeros diplomas de la carrera de Ingeniería Agromecánica.

Y en ese mismo año se entregaron los primeros diplomas a los egresados del entonces «Instituto del Profesorado para la enseñanza media», los profesorados en Inglés, Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, Profesorado en Castellano, Literatura y Latín, Psicopedagogía, e Historia”. En 1977 se recibieron los primeros, así denominados, “profesionales técnicos en Enfermería» y al año siguiente los primeros médicos veterinarios, licenciados en Microbiología y licenciados en Ciencias de la Educación”.

Asimismo, la profesora Bianconi compartió con el auditorio que “la primera carrera de posgrado, el Doctorado en Ciencias Químicas, tuvo sus primeros egresados en 1979 y en 1980 se entregaron los primeros diplomas de enfermeros universitarios.  Los mencionados no son simples datos sino que representan personas, historias de vida, deseos vehementes… anhelos compartidos”.

Perspectivas

Nora Bianconi acotó que “históricamente han prevalecido dos miradas sobre las instituciones universitarias: por un lado, la institución conservadora que acentúa su carácter de tradición, de permanencia y su ‘trascendencia’ respecto a los individuos que la conforman en un período dado, y la otra mirada que destaca su aspecto dinámico, la conexión entre instituciones y su transformabilidad. Ambas perspectivas consideran aspectos importantes. Sin embargo, hoy necesitamos pensarnos como institución desde otro lugar, desde otra alternativa que supere la esquemática oposición entre el mantenimiento del status quo o su ruptura radical.

Hoy necesitamos elaborar una concepción que contribuya a la comprensión de las instituciones que transitan hacia su transformación. Se trata de elaborar una síntesis teórica que se plasme en una síntesis institucional, que facilite la articulación de la institución con el Estado y con el territorio y que, como dice Jürgen Habermas, sea crítica en tanto conservadora, fiel a “la conservación de su propia tradición crítica”.

«Hoy entendemos a las universidades públicas como espacios en los cuales se concretan los derechos humanos, la inclusión social y la igualdad de oportunidades considerando a la educación como un bien social intangible”, fue otra de las consideraciones de la vicerrectora, quien añadió: “Hoy es indelegable el rol del estado en ese desarrollo de la educación superior para dirimir los conflictos en relación al acceso, y los usos sociales del conocimiento”.

“Desde otra mirada y por tratarse de una fecha por demás significativa, no puedo dejar de referirme –planteó Nora Bianconi- a la gesta que provocaría grandes cambios políticos sociales económicos y culturales. Ese deseo vehemente de aquellos hombres y mujeres que hicieron realidad aquel anhelo de libertad, desarrollado durante toda la semana de mayo de 1810 y que, luego de la destitución del virrey Cisneros, un hecho revolucionario per se, el día 25 conforma se Buenos Aires la Junta encabezada por Cornelio Saavedra. A esa primera Junta le siguió luego la convocatoria para la Junta Grande incluyendo a los pueblos del interior en la causa revolucionaria.

¿Qué movilizaba a estas personas de mayo a poner sus cuerpos y recursos para una causa revolucionaria contra el imperio español? Las ideas y los anhelos de cambio inspirados en la otra revolución, la de Francia. Juan José Castelli, Mariano Moreno, Manuel Belgrano habían leído a Voltaire, Diderot, Montesquieu y Rousseau, autores de la Ilustración”. 

La mañana del 25 “se gritaba a viva voz en la plaza por un nuevo gobierno nacido de patriotas comprometidos con el sueño de libertad y dedicados plenamente a la justa causa de construir la unión nacional. Nacido de patriotas como Mariano Moreno quien proponía una independencia plena del Reino de España, la inmediata sanción de una Constitución, la eliminación de los títulos nobiliarios, la supresión de los cánones que debían abonar los integrantes de los pueblos originarios y la plena abolición de la esclavitud en la incipiente Nación”.

En este plano, Bianconi retomó a Mariano Moreno, quien asumía que “si los pueblos no se ilustran, si no se divulgan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que puede, vale, debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y será tal vez nuestra suerte cambiar de tiranos sin destruir la tiranía”. 

“Hoy, al igual que ayer -afirmó – esa participación en el sueño colectivo de crecer como nación justa, libre y soberana requiere de una participación donde todas y todos tenemos la responsabilidad y el derecho de ser parte del cambio.

Como graduados y graduadas de la universidad pública debemos valorar los conocimientos, los aprendizajes construidos, el titulo alcanzado, como puentes, instrumentos y herramientas que van a permitir y facilitar el desempeño profesional con sentido social. Ello se alcanza con la práctica consciente, con la ética de la profesión y en no resignar nunca la pasión por conocer y aprender para transformar e innovar”.

Hacia el final, Bianconi resaltó “la emoción” de la “institución universitaria”, al observar que 82 de sus semillas “van a iniciar el camino para lograr aquello que comenzó como un anhelo, y que se plasma en la culminación de una etapa y el inicio de una nueva”.

¡Viralizalo!