Las consultoras prevén una leve aceleración del índice de precios en medio de la volatilidad financiera y la incertidumbre política tras las elecciones legislativas.
El INDEC dará a conocer este martes el dato oficial de inflación de septiembre, que según estimaciones privadas se ubicará por encima del 2 %, rompiendo una racha de cinco meses con variaciones mensuales inferiores a ese nivel. El incremento estaría impulsado por subas en alimentos, combustibles, cigarrillos y servicios de comunicación.
De acuerdo con el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, los analistas proyectaron una inflación del 2,1 % para el mes, frente al 1,8 % anticipado en el informe anterior. La consultora EcoGo fue incluso más alta en su pronóstico, con una estimación del 2,3 %, mientras que Analytica y PxQ coincidieron en el 2,1 %. Por su parte, Orlando Ferreres & Asociados y C&T calcularon una variación cercana al 2 %.
El noveno mes del año estuvo marcado por una fuerte tensión política y cambiaria, tras el revés electoral del oficialismo en la provincia de Buenos Aires y las dudas sobre la sostenibilidad del esquema de control cambiario. En ese contexto, el tipo de cambio llegó a testear el techo de la banda establecida por el Gobierno.
Los mayores aumentos se concentraron en alimentos, especialmente azúcares, panificados, frutas y verduras, además de ajustes en transporte, recreación y cultura. Según el índice de precios de la Ciudad de Buenos Aires, la inflación local subió de 1,6 % a 2,2 % en septiembre, con alzas estacionales en pasajes aéreos y productos frescos.
Hacia adelante, los participantes del REM prevén que la inflación mensual no volverá a ubicarse por debajo del 2 % hasta comienzos de 2026. Para el año próximo proyectan un aumento acumulado del 29,8 %, lo que implica una corrección al alza de 1,6 puntos porcentuales respecto del relevamiento de agosto.
Desde mayo, cuando el índice marcó un piso de 1,5 %, el Gobierno intentó contener las subas mediante intervenciones en el mercado cambiario y la moderación de los aumentos salariales. Sin embargo, el dato de septiembre confirmaría que la tendencia de desaceleración se interrumpe en un contexto de mayor presión inflacionaria y fragilidad macroeconómica.