Aunque fueron publicadas en el Boletín Oficial y habían sido ratificada por amplia mayoría en el Congreso, el Ejecutivo decidió no aplicar las normas. Los decretos firmado por Milei, Francos y Pettovello aducen que no están previstos los recursos para su implementación. En todo el país, trabajadores universitarios realizan un paro en reclamo por el desfinanciamiento del sector.
El Gobierno nacional promulgó este martes la Ley de Financiamiento Universitario y las leyes de emergencia pediátrica (también conocida como Ley Garrahan), pero resolvió no ponerlas en marcha. La medida fue oficializada mediante los decretos 759/2025 y 760/2025, publicados en el Boletín Oficial, con los cuales el Ejecutivo promulgó las leyes 27.795 y 27.796. Fueron firmados por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello.
Según el texto publicado en el Boletín Oficial, el Ejecutivo recurre al artículo 5° de la Ley N° 24.629 —relacionada con la ejecución del gasto público— para justificar la suspensión de la norma, argumentando que no está definido de dónde saldrán las partidas presupuestarias necesarias.
El decreto devuelve al Congreso la responsabilidad de determinar los fondos para su financiamiento, en el marco de la discusión del Presupuesto 2026, que el Gobierno impulsa con fuertes restricciones fiscales.
Las Leyes, que había sido aprobada por amplia mayoría legislativa tras el veto presidencial, busca recomponer los recursos del sistema universitario público afectado por casi dos años de desfinanciamiento y del sistema de atención pediátrica enfocada en el Gaharran. En el caso de las universidades, desde el Ejecutivo sostienen que su aplicación implicaría un gasto superior a un billón de pesos para el ejercicio 2025, cifra que el Estado no estaría dispuesto a afrontar.
En respuesta, las universidades nacionales y los gremios del sector llevan adelante un paro en todo el país, en reclamo por la falta de fondos y la decisión del Gobierno de suspender la implementación de una ley que, paradójicamente, ya fue promulgada.