En la previa a la sesión de este miércoles en la Cámara de Diputados de la Nación, convocada para el tratamiento del veto presidencial al financiamiento universitario, el diputado Carlos Gutiérrez (Encuentro Federal) dejó en claro su posición y la del espacio político que representa.
“La educación superior pública y de calidad es la herramienta para la movilidad social ascendente. Es el lugar donde se forman los recursos humanos necesarios para que el país se potencie, se desarrolle y progrese”, sostuvo Gutiérrez, quien además advirtió que el enfoque de confrontación política está entorpeciendo una discusión seria sobre el futuro de las universidades.
En su discurso, Gutiérrez destacó el rol clave que juegan las universidades en Córdoba, una provincia que, según el legislador, se beneficia de la sinergia entre el sistema productivo, el complejo universitario y el sector científico-técnico. “Es un entramado virtuoso que genera puestos de trabajo, productividad, desarrollo científico-tecnológico y creatividad”, enfatizó.
Sin embargo, Gutiérrez no se limitó a resaltar el valor estratégico de la educación superior. También lanzó una fuerte acusación contra el gobierno nacional, señalando que las trabas administrativas que impone esconden un rechazo más profundo hacia la educación pública. “Se equivoca el gobierno nacional cuando confunde cuestiones de tipo administrativo que no hacen otra cosa que esconder su rechazo a la educación pública como tal. No podemos desfinanciarla porque es precisamente la principal herramienta para salir de la decadencia”, afirmó.
El conflicto de los trabajadores universitarios
Este debate sobre el financiamiento universitario se da en un contexto de profunda crisis en el sector educativo. Los trabajadores universitarios enfrentan una grave situación económica: según datos recientes, más del 60% de los empleados del sistema universitario está por debajo de la línea de pobreza. Esta alarmante cifra refleja el impacto de la inflación y los bajos salarios en un sector fundamental para el desarrollo del país.
Los gremios universitarios han manifestado su preocupación no solo por los salarios, sino también por la falta de inversión en infraestructura y equipamiento, lo que pone en riesgo el normal funcionamiento de las casas de estudio. “No se trata solo de los salarios, estamos hablando de un desfinanciamiento estructural que afecta el futuro de las universidades y, por ende, el futuro del país”, señaló un dirigente sindical universitario.
En este escenario, el veto presidencial al financiamiento universitario no hace más que agravar el conflicto. El recorte de fondos compromete tanto el salario de los trabajadores como la calidad educativa, en un momento en que las universidades públicas son, como señaló Gutiérrez, una de las principales herramientas para enfrentar la desigualdad y la crisis económica en Argentina.
La importancia de la educación pública
El debate en torno al financiamiento universitario no es solo una cuestión presupuestaria. Para muchos, como el diputado Gutiérrez, se trata de una discusión de fondo sobre el modelo de país que se quiere construir. En un contexto de creciente precarización laboral, la educación pública es vista como un pilar esencial para garantizar la movilidad social y el acceso a oportunidades.
“Sin una educación pública fuerte y de calidad, estamos condenando a millones de argentinos a la exclusión”, concluyó Gutiérrez, reafirmando su compromiso de luchar por un sistema universitario que sea accesible, inclusivo y generador de oportunidades para todos los sectores de la sociedad.