La Casa Rosada prepara un diciembre de alta intensidad parlamentaria: convocará a extraordinarias para tratar reformas fiscal, impositiva y laboral, mientras evalúa una cadena nacional el 10 de diciembre por los dos años de gestión.
Tras la jura de los nuevos legisladores, el Gobierno nacional se dispone a activar su agenda más ambiciosa desde que comenzó la gestión. Este viernes quedará firmado el decreto de convocatoria a sesiones extraordinarias, una decisión que, según confirmaron desde Casa Rosada, abrirá un maratón legislativo que comenzaría el 10 o 11 de diciembre y se extendería hasta fin de mes.
El paquete de temas a tratar incluye la reforma impositiva, la reforma fiscal, el Presupuesto 2026 y, sobre todo, la reforma laboral: el proyecto insignia del oficialismo para esta etapa. El clima político acompaña al Gobierno, que evalúa incluso una cadena nacional para el 10 de diciembre, cuando se cumplan dos años del inicio de la gestión de Javier Milei. La apuesta: mostrar iniciativa, control y un rumbo firme antes del receso de verano.
La reforma laboral, cuya versión final los equipos técnicos cerraron hace pocos días, será el eje del debate. El Ejecutivo pretende ingresarla sin modificaciones y garantizar cohesión interna para evitar fugas en el Congreso, a pesar de las resistencias sindicales. Desde la CGT, Gerardo Martínez volvió a advertir que el proyecto “recorta derechos históricos” y avanza sobre garantías centrales del modelo laboral argentino.
El Gobierno, sin embargo, descarta cualquier negociación que altere el corazón del texto y aclara que la opinión del Consejo de Mayo “no es vinculante”. La iniciativa propone cambios profundos en licencias, vacaciones, jornadas, convenios y formas de contratación. Para el oficialismo, se trata de un giro estructural imprescindible; para la central obrera, es una reforma regresiva envuelta en promesas de modernización. En el sector empresario, en cambio, la consideran una oportunidad inédita para flexibilizar procesos y reducir costos que, aseguran, frenan la inversión.
Con una primera minoría consolidada y un contexto social que por ahora juega a favor, Milei y su mesa chica apuestan a que diciembre marque un punto de inflexión político. Las extraordinarias serán la primera prueba de fuerza del nuevo Congreso y el escenario donde el Gobierno buscará validar su hoja de ruta para 2026.


