En la última rueda previa a las elecciones, la presión cambiaria volvió a intensificarse y crece la expectativa por una eventual intervención del Tesoro de Estados Unidos para evitar un salto mayor en la cotización. Los operadores “pricean” un escenario de volatilidad para el lunes poselectoral.

El dólar oficial vuelve a ser el principal termómetro de la incertidumbre política y económica en la jornada final antes de los comicios nacionales. En un contexto de fuerte tensión cambiaria, el tipo de cambio mayorista avanza otros $10 este viernes hasta los $1.489, quedando a apenas $3,5 del techo de la banda de flotación fijada por la autoridad monetaria en $1.492,5.

La dinámica del mercado refleja el nerviosismo de los operadores, que ajustan posiciones a la espera del resultado electoral y de definiciones concretas respecto del rumbo económico. Los futuros de dólar marcan un sendero alcista: las cotizaciones para fin de octubre se ubican en torno a $1.479 y para diciembre ascienden hasta los $1.580.

En el segmento minorista, el promedio del Banco Central ubica al billete en $1.459,70 para la compra y $1.513,93 para la venta, mientras que en el Banco Nación opera estable a $1.455 y $1.505 respectivamente. El dólar tarjeta, que incluye percepciones impositivas, se negocia a $1.956,50.

La atención del mercado se centra en el posible rol del Tesoro de Estados Unidos. Este jueves se registró una nueva señal de intervención externa, que habría moderado la escalada del tipo de cambio en el tramo final de la rueda, luego de que el miércoles Scott Bessent inyectara cerca de u$s500 millones para apuntalar la paridad oficial. Hasta el momento, el Banco Central se mantiene al margen.

En las cotizaciones paralelas se observa un comportamiento dispar. El dólar blue retrocede $15 y queda en $1.510 para la venta en las cuevas porteñas. El MEP opera con un alza marginal de 0,1 por ciento hasta $1.535,16 y la brecha con el tipo de cambio mayorista se ubica en 3,1 por ciento. El Contado con Liquidación asciende 0,3 por ciento hasta $1.555,30, con un spread del 4,5 por ciento.

Analistas señalan que el punto de inflexión será el lunes posterior a las elecciones. Desde Max Capital advierten que el mercado “luce extremadamente cauto” y descuenta una ventaja del peronismo cercana a los 4 puntos, aunque reconocen que el escenario continúa abierto y con alto margen de error en las encuestas.

Para Gustavo Ber, economista de Estudio Ber, la dinámica actual del mercado cambiario “no es sostenible en el tiempo, incluso con el apoyo financiero externo”, lo que mantiene elevada la expectativa por un eventual giro hacia un esquema más flexible que reduzca la pérdida de reservas y permita recomponer la oferta de divisas.

La tensión cambiaria vuelve a poner al tipo de cambio en el centro de la escena, con operadores que observan cada señal política y económica como un anticipo del rumbo hacia el que podría encaminarse el país a partir del próximo lunes.

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