Según un relevamiento de la Federación Comercial de Córdoba, las ventas en los comercios pymes marcaron en marzo una nueva caída interanual, aunque con una desaceleración respecto al desplome del año pasado. El consumo sigue afectado por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo.

Las ventas minoristas de los comercios pymes en la provincia de Córdoba registraron una caída del 7,4% durante marzo de 2025 en comparación con el mismo mes del año anterior, de acuerdo a los datos relevados por la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom). Si bien la cifra muestra una desaceleración respecto al retroceso del 18,7% registrado en marzo de 2024, el indicador sigue reflejando un escenario de fuerte retracción del consumo.

Los once rubros relevados por Fedecom evidenciaron bajas en las cantidades vendidas, lo que muestra que la caída fue generalizada. Entre los sectores más afectados se encuentran: ferretería y materiales de construcción (-9,7%), electrodomésticos y artículos electrónicos (-9,0%), indumentaria (-9,4%), y calzado y marroquinería (-8,5%). Incluso el rubro de alimentos y bebidas, considerado esencial, tuvo una disminución del 6,9%, lo que da cuenta del fuerte impacto que atraviesan los hogares cordobeses.

Otros sectores también mostraron retrocesos significativos, como juguetes y librerías (-9,1%), muebles y decoración (-6,2%), perfumería y cosmética (-1,6%) y farmacia (-4,8%). El único rubro que presentó una merma más leve fue el de neumáticos y repuestos, con una caída del 1,0%.

En cuanto a las modalidades de pago, el 42% de las ventas se realizaron con tarjeta de crédito, mientras que el 58% restante fue abonado en efectivo, un dato que refleja el comportamiento cauteloso de los consumidores ante el contexto inflacionario.

Desde Fedecom señalan que la baja interanual del 7,4% representa un freno a la leve tendencia de desaceleración que se venía registrando desde mediados del año pasado. “Si bien la magnitud de la caída es menor a la de marzo de 2024, el retroceso evidencia que la recuperación del consumo aún está muy condicionada por la macroeconomía”, indicaron desde la entidad.

Entre los factores que explican este comportamiento, se destacan el aumento sostenido de los precios, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y un marcado deterioro de la confianza del consumidor. Según un informe de la Universidad Torcuato Di Tella, este último indicador cayó un 6,7% en el último mes.

El panorama general sigue siendo complejo para el comercio minorista, que enfrenta un escenario donde el consumo se encuentra restringido y la reactivación depende de señales claras de estabilidad económica y recuperación del ingreso real de las familias.

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