El espacio municipal, recientemente refaccionado, brinda techo, alimento y acompañamiento a personas en situación de calle. También ofrece talleres y asistencia a quienes atraviesan consumos problemáticos.
Cada noche, alrededor de 30 personas llegan al Centro de Inclusión ubicado en calle Alem al 800, en barrio Alberdi, en busca de un lugar donde pasar la noche. Se trata de un espacio gestionado por el Estado local que funciona como refugio para personas en situación de calle, y que también trabaja para acompañarlas en procesos de recuperación y reinserción social.
El subsecretario de Promoción Social, Gregorio Oberti, explicó a Radio Universidad que el centro cuenta con cinco unidades autónomas que incluyen dormitorios y baños. Además, dispone de un espacio común con comedor, cocina, huerta y lavadero. Las personas ingresan desde las 18 horas y reciben viandas calientes por la noche, y también al mediodía en los días de mucho frío o cuando no pueden salir a trabajar.
«Estamos llegando al límite de capacidad, pero priorizamos que cada persona tenga condiciones de comodidad y dignidad», explicó Oberti. En los últimos meses, incluso se reacondicionó una unidad que estaba en desuso para ampliar la capacidad del lugar.
El acompañamiento no es solo material. En el Centro se dictan talleres, especialmente pensados para quienes tienen consumos problemáticos. La idea es generar espacios de contención, aprendizaje y desarrollo de habilidades.
Marta Morabito, trabajadora del centro, destacó que muchos de los casos que llegan son conmovedores, ya que se trata tanto de personas mayores como de jóvenes sin contención. “Nos llena de orgullo cuando alguien se va con un oficio que antes no tenía”, expresó en declaraciones a FM 97.7.
El Centro de Inclusión de barrio Alberdi no solo ofrece un techo, sino también una oportunidad de reconstruir un proyecto de vida. Una tarea silenciosa, pero fundamental, en tiempos donde muchas personas quedan al margen.