Aunque es uno de los sectores más tecnificados en producción, el agro argentino todavía enfrenta un gran desafío: integrar la transformación digital para mejorar decisiones, eficiencia y competitividad.
La tecnología avanza a pasos agigantados y el campo argentino no puede quedarse atrás. Aunque la producción agrícola ha incorporado maquinaria avanzada y herramientas AgTech, aún queda un largo camino por recorrer en la digitalización integral del sector. Así lo plantearon distintos especialistas durante el “Día del Inversor”, organizado por ADBlick, donde se debatieron las oportunidades y desafíos del agro digital.
“El agro es uno de los sectores donde menos penetró la tecnología digital”, aseguró José Demicheli, fundador de ADBlick Agro. Esto implica que, más allá de tractores inteligentes o drones, aún falta incorporar plataformas que integren datos en tiempo real, certificaciones de calidad y trazabilidad.
Santiago del Carril, gerente de ADBlick Granos, explicó que ya lograron digitalizar la información de más de 170 campos, permitiendo tomar decisiones más precisas y eficientes. Sin embargo, destacó que el reto actual es lograr plataformas interoperables, es decir, que puedan cruzar e interpretar los datos de diferentes fuentes para responder rápidamente a las exigencias del mercado.
Desde otro ángulo, el economista colombiano Juan Pablo Trujillo advirtió que la verdadera transformación es cultural y no solo técnica. “Tener tecnología no es suficiente. Hay que saber usarla y adaptarla a los procesos de negocio”, afirmó. Desde su fondo de inversión Xperiment Ventures, financian startups que aplican soluciones tecnológicas al agro, como tokenización de silobolsas o digitalización del agua.
En ese sentido, Pablo Poza, experto en inteligencia artificial (IA), subrayó que los datos son el verdadero motor del cambio. “Sin datos no hay magia. La inteligencia artificial necesita información organizada para funcionar”, dijo. También explicó que el 70% del trabajo en IA es preparar y limpiar datos, y que la clave no está en comprar tecnología sino en adoptarla con un propósito claro.
El encuentro dejó un mensaje claro: la transformación digital del agro no se trata solo de sumar herramientas, sino de cambiar la forma en que se toman decisiones y se crea valor. Hoy, el diferencial no está solo en lo que se produce, sino en cómo se usa la información para producir mejor, con más trazabilidad, sostenibilidad y eficiencia.
En el sur cordobés, donde la actividad agropecuaria tiene un rol clave en la economía regional, estas transformaciones pueden abrir nuevas oportunidades. Pero también requieren inversión, formación y, sobre todo, un cambio de mentalidad: pasar de ver la tecnología como un accesorio, a entenderla como una aliada estratégica.