Con datos oficiales solo hasta mayo, los datos sectoriales para los últimos dos meses dieron cuenta de una pérdida de dinamismo en la economía.

La actividad parece haberse enfriado en julio, según los primeros datos sectoriales que analizaron las consultoras. La volatilidad de las tasas de interés en pesos y la fuerte suba del dólar durante ese mes fueron los factores que más incidencia tuvieron en esa pérdida de dinamismo, de acuerdo con los analistas. En este sentido, proyectaron para el resto del año un crecimiento dispar entre los sectores de la economía.

Con datos oficiales de la actividad económica solo hasta mayo, entre los expertos no hay un consenso sobre lo que sucedió en junio. La consultora Orlando Ferreres estimó una suba desestacionalizada de 0,7%, mientras que Eco Go calculó una caída de 0,2%, similar al Centro de Investigación de Ciclos Económicos (CICEC), que estimó una contracción mensual de 0,3%.

En el último indicador de coyuntura de FIEL, su director, Juan Luis Bour, explicó que 2025 «se inició con una recuperación trimestral de 0,8%, que habría continuado con un aumento desestacionalizado de apenas la mitad en el segundo trimestre del año, indicando una desaceleración que, en algún momento, se puede confundir con un frenazo».

Y agregó que «aparte de alguna desaceleración en la variación trimestral de inversión y consumo privado, la variación negativa de las importaciones netas (importaciones de bienes y servicios van muy arriba de las exportaciones) empieza a cobrar peaje».

A la hora de saber lo que pasó en el séptimo mes del año, la situación es un poco más difícil. Consultada por Ámbito, la economista de LCG, Melisa Sala, comentó que «en el relevamiento de varios indicadores de avance, se ven más verdes que rojos en junio», mientras que en julio «seguramente se sentirá el impacto de inestabilidad asociada al dólar».

El economista jefe de Facimex Valores, Adrian Yarde Buller, planteó un escenario similar: «De momento tenemos pocos indicadores vinculados a la actividad en julio como para sacar una conclusión contundente, pero las primeras señales que vimos sugieren que la economía no habría crecido con respecto a junio».

Además, explicó «de confirmarse esto en los datos oficiales cuando se conozca el EMAE dentro de algunos meses, no sería algo llamativo considerando la volatilidad cambiaria y financiera que tuvimos el mes pasado».

Por su parte, el director de Orlando Ferreres, Fausto Spotorno, consideró que durante julio «puede haber una cierta desaceleración de la actividad por el tema de las tasas». Sin embargo, aclaró a este medio que «va a ser momentánea y parcial».

La industria es uno de los sectores más golpeados dentro de la economía.

Hacia delante, Sala planteó «un sendero con altas y bajas, muy dispar entre sectores, que difícilmente implique un crecimiento sostenido y pujante en los próximos meses». Y agregó que desde LCG esperan «un crecimiento en torno al 5% anual para 2025, de los cuales 4,7 puntos se explican por el arrastre estadístico que dejó la recuperación hasta mayo».

En un tono más optimista, Spotorno planteó: «Creo que entrando el año que viene ya vamos a ver una tasa de crecimiento mejorando».

En julio, el Índice Construya (IC), que mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado de los productos para la construcción que fabrican las empresas que lo conforman, registró una baja del 0,47% desestacionalizada contra el mes anterior.

Mientras, los despachos de cemento al mercado interno con ajuste estacional cayeron 2,4% mensual, según estimaciones de Outlier. Esa misma consultora calculó que las ventas de terminales a concesionarios con ajuste estacional cayeron por segundo mes consecutivo, con un 5,3%, y acumulan un retroceso de 10% en los últimos dos meses.

A su vez, el economista y socio de la consultora, Gabriel Caamaño, publicó en redes que «la producción automotriz con ajuste estacional cayó 12,7% mensual, luego de haber caído en similar magnitud durante el mes de junio» y con un retroceso de 24% en los últimos dos meses.

Sin embargo, desde Facimex relativizaron esos datos, ya que en sus estimaciones los despachos de cemento subieron 3% mensual y la producción automotriz cayó 6%. De su semáforo de la actividad económica también se desprendió que los patentamientos crecieron 1% mensual y la recaudación de impuestos al crédito y al débito bajó 7%.

Sobre este último punto, LCG halló que los préstamos al consumo crecieron solo 1% en términos reales contra junio, muy por debajo del promedio semestral que rondaba el 4%. El leve avance mensual se explicó por los préstamos personales, que subieron 1,7% real. Mientras, el financiamiento con tarjetas de crédito apenas aumentó un 0,4% real.

Fuente: Ámbito

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