Durante la presentación del libro Educación y mercado laboral en el Teatrino de la Trapalanda, se expusieron datos reveladores sobre las trayectorias de estudiantes técnicos en Río Cuarto. Con presencia de actores del mundo educativo, empresarial y político, el evento propuso una reflexión profunda sobre el vínculo entre formación y empleo.
El miércoles 16 de abril, el Teatrino de la Trapalanda fue escenario de un encuentro clave para pensar el futuro de la educación técnica en Río Cuarto. Allí se presentó el libro Educación y mercado laboral, una investigación cualitativa impulsada por la Cámara de Industriales Metalúrgicos y publicada por GloCal, que indaga en las trayectorias educativas y laborales de estudiantes de tercer y séptimo año en escuelas técnicas locales.
El estudio —realizado por Alejandra Álvarez y Gabriela Lynch, y compilado por Ricardo Gianni— recorre cuatro dimensiones centrales: condiciones socioeconómicas, enseñanza y aprendizaje, consumos culturales y expectativas sobre el éxito y el futuro laboral.
“Es una investigación que se realizó a lo largo de seis meses en dos colegios técnicos de la ciudad, uno público y uno privado, en grupos distintos de estudiantes”, explicó Gianni durante la presentación. “Se trata de un trabajo cualitativo que nos permite escuchar las expectativas de los chicos, pero también analizarlas teóricamente y ponerlas en diálogo con el mundo industrial y educativo”, contó en declaraciones a CBAHOY..
Los datos presentados invitan a la reflexión. Uno de los más llamativos indica que la mitad de los estudiantes no eligió por cuenta propia la educación técnica, sino que llegó a ella por imposición familiar, cercanía geográfica o simple inercia. “Eso no construye identidades”, advirtió Gianni. “Desde las fábricas tenemos que mostrar el sector productivo y acompañar la construcción de identidades vinculadas a la innovación y al saber técnico”.
En cuanto a los consumos culturales, el estudio confirma lo que muchos ya intuían: el 100% de los jóvenes se informa y socializa a través de redes sociales, mientras que la lectura de libros o consulta de fuentes confiables está muy por debajo. “Los chicos no ven televisión, no participan de clubes ni de vecinales, pero sí están activamente presentes en lo digital. Hay un cambio de lenguaje y de narrativa con el que tenemos que aprender a dialogar”, sostuvo Gianni.
Sin embargo, lejos de caer en visiones pesimistas, el libro rescata una pulsión vital entre los jóvenes: el 100% de los encuestados se imagina estudiando, trabajando o ambas cosas, y el 60% ya cuenta con alguna experiencia laboral. “Esto demuestra que no son jóvenes apáticos ni desconectados, sino que tienen una fuerte visión del esfuerzo y del trabajo”, remarcó el compilador.
Pero surge un punto de tensión: muchos no se imaginan trabajando en fábricas. “Ahí aparece la preocupación del sector industrial, porque no estamos logrando transmitir el valor de la producción regional ni el sentido de trabajar en la industria”, agregó Gianni. La falta de identificación vocacional con el mundo fabril no se traduce en falta de deseo, sino en falta de referentes claros.
Gianni dijo que según el relevamiento, el 50% de los estudiantes no eligió estudiar en una técnica por
decisión propia, sino por imposición familiar, cercanía o simple inercia. También revela que la mayoría dedica menos de una hora diaria al estudio fuera del aula, lo que plantea un desafío enorme para el sistema educativo y las estrategias de enseñanza. En contraposición, señaló que «el uso de redes sociales supera las 4 horas diarias en la mitad de los casos. Pero solo el 20% declara leer libros o consultar fuentes confiables para tomar decisiones. Y sin embargo, cuando se les pregunta por el futuro, el 80% de estos chicos se imagina estudiando y trabajando, lo que nos habla de una juventud con ganas, pero con pocas referencias claras del camino».
La jornada continuó con dos paneles de alto nivel. En el segundo, titulado Dispositivos para enseñar y aprender, participaron la inspectora de educación técnica Delia Cabiglini, el secretario académico de la UNRC Pablo Pizzi y el coordinador municipal del Área de Juventud, Miguel Alonso. Todos coincidieron en la necesidad de construir trayectorias educativas con sentido y de generar políticas integrales que acompañen a las juventudes.

El tercer panel, Educación y políticas de empleo, reunió a concejales de distintos bloques —Gustavo Perolo, Franco Miranda y Pablo Veneitez— quienes se comprometieron a llevar el debate al Concejo Deliberante y construir una política sostenida de empleo y formación. Desde la Cámara, los empresarios Ezequiel Podversic y Daiana Dagatti también tomaron la palabra y señalaron: “No hay competitividad sin talento, ni talento sin industria comprometida con la educación”.
Gianni concluyó con una propuesta concreta: “Lo valioso fue haber sentado a todos los actores involucrados con la educación. Necesitamos convertir este diagnóstico en políticas de Estado, generar dispositivos que acerquen educación y trabajo, y repensar cómo transformar la matriz productiva de Río Cuarto frente a realidades como la informalidad laboral o los altos índices de pobreza”.
El libro Educación y mercado laboral puede descargarse en www.glocal.click y en las redes sociales de @glocalindustria.