Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), entre 2016 y 2022, la participación de los asalariados argentinos en el ingreso bajó de 51% hasta el 44%.
La participación de los asalariados en el ingreso cayó 6,9 puntos porcentuales entre el primer semestre 2016 e igual periodo de 2022, al bajar de un promedio de 51,3% hasta el 44,4%, según un informe elaborado por el Centro de Economía Política (CEPA). La mayor parte de ese retroceso fue entre 2016 y 2019, donde el retroceso fue de 4,8 puntos, es decir, el 70% del retroceso total.
El centro de estudios CEPA publicó su informe «Distribución funcional del ingreso» elaborado en base a datos publicados por el Indec correspondiente al segundo trimestre de 2022.
El estudio resaltó principalmente que la economía argentina atraviesa en la actualidad una paradoja con «datos positivos de crecimiento que conviven con regresividad distributiva».
El análisis evidencia que la mayor parte de ese retroceso en la participación de los asalariados en el ingreso «fue entre el primer semestre de 2016 e igual periodo de 2019, donde el retroceso fue de 4,8 puntos, es decir, el 70% del retroceso total y el resto de los puntos -(2,1)- se reducen entre 2019 y 2022″.
El trabajo realizado por Cepa indica que excluyendo al sector público en la participación salarial de los trabajadores «la caída de participación de los asalariados en el ingreso muestra valores similares: el retroceso entre el primer semestre 2016 e igual periodo de 2022 asciende a 6,5 puntos porcentuales, 70% explicado por el primer subperíodo (2016-2019)».
Por otra parte, al analizar la parte empresarial en la participación en los ingresos, el CEPA señaló que crecieron al pasar de un promedio de 39,7% en el primer semestre de 2016 a 45% en el primer semestre de 2022.
«Entre el primer semestre 2016 e igual periodo de 2022, la participación (empresarial) se incrementó en 5,3 puntos porcentuales», al girar en sentido inverso al de los trabajadores.
En tanto, si se analiza excluyendo al sector público «se observa que entre el primer semestre 2016 y el primer semestre de 2022, la participación se incrementó en 5,0 puntos porcentuales, concentrándose en el período que corre desde el primer semestre de 2019 a igual periodo de 2022 (76%)», precisa el informe.
Por otra parte, el análisis destaca tres momentos distributivos desde el primer semestre de 2016 al primer semestre de 2022: En el primer momento, «los asalariados perdieron sensiblemente participación en el ingreso en la etapa de la gestión Cambiemos», seguido por la etapa de pandemia en la que «mejoró provisoriamente la situación donde, en el marco de un fuerte retroceso de la economía, las políticas de protección de asalariados permitieron que estos se vieran menos afectados que el capital». Y por último, «la pospandemia significó que el excedente de capital bruto se expandiera en su incidencia sobre los ingresos en el marco de una fuerte reactivación», subrayó el CEPA.
El Centro de Economía Política Argentina indicó que, «desde una mirada integral sobre la puja distributiva, capital-trabajo entre 2016 y la actualidad, se observa que en el primer semestre de 2016 la distancia entre ambas participaciones ascendía a 12 puntos en favor de los asalariados, y que esa relación se invierte en el primer semestre de 2021 levemente en favor del capital y se mantiene en valores relativamente equivalentes en el primer semestre de este año. Los números son: 44,4% asalariados».
En términos generales, «si se realiza el mismo análisis, pero excluyendo el sector público, las inclinaciones de las curvas se muestran similares pero el punto de origen es sensiblemente más adverso para las y los trabajadoras/es. «Se observa como la brecha entre las curvas, que en el primer semestre de 2016 se mantenía con una distancia de casi 5 puntos en favor del capital, en el primer semestre de 2022 se amplía a 16,4 puntos».

