El fallo unánime de la Corte Suprema que confirmó la condena por corrupción a la expresidenta generó diferentes opiniones en Córdoba. Mientras dirigentes opositores celebraron la decisión como un acto de justicia, en el peronismo predominan el silencio y la preocupación.
La confirmación de la condena contra Cristina Fernández de Kirchner por parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) generó un fuerte sacudón en el escenario político argentino, y Córdoba no fue la excepción. La resolución del máximo tribunal —que ratificó por unanimidad la pena de 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos en la causa Vialidad— despertó respuestas encontradas entre referentes de distintos espacios.
El diputado nacional Rodrigo de Loredo (UCR) fue una de las primeras voces cordobesas en celebrar el fallo. A través de sus redes sociales, apuntó con dureza al kirchnerismo y vinculó la decisión judicial con la necesidad de impulsar un Estado transparente y moderno.
«‘Roban pero hacen’ fue la bandera con la que el kirchnerismo pretendía autoamnistiarse», escribió. «La Corte hoy castigó definitivamente a los que robaron, y los argentinos ya aprendimos que los gobiernos de Néstor, Cristina y Alberto Fernández solo hicieron daño, empobreciendo el país y complicando su futuro».
En un tono claramente electoral, de Loredo planteó que “el desarrollo económico y la transparencia van de la mano”, y que “no hay posibilidad de salir de estos niveles de pobreza y desigualdad sin una agenda de un Estado limpio, moderno y con una dirigencia honesta y eficiente”.
En la vereda opuesta, la diputada nacional Natalia de la Sota fue —hasta el momento— la única representante del peronismo cordobés que se pronunció públicamente sobre la sentencia. En un comunicado difundido en su cuenta de X (ex Twitter), cuestionó la oportunidad política del fallo y advirtió sobre sus consecuencias en el clima social.
«La democracia y la paz son valores imprescindibles para el progreso de la Argentina, que nos costó muchísimo esfuerzo conseguir. Un fallo como este en un año electoral, contra la principal dirigente de un espacio político, que además es consecuencia de un proceso judicial cuestionado, no le hace nada bien a nuestro país», afirmó.
De la Sota lamentó el retorno de una sociedad “crispada y dividida” y alertó sobre los peligros de “judicializar la política” o “politizar la justicia”, prácticas que —según sostuvo— nunca ayudaron al fortalecimiento democrático. “En este clima, no gana la paz, no gana la justicia, no gana la democracia y no gana la Argentina”, concluyó.
Otro dirigente cordobés que celebró el fallo fue el senador Luis Juez (Frente Cívico), quien también expresó su respaldo al accionar de la Corte. En línea con de Loredo y alineado políticamente a La Libertad Avanza, Juez sostuvo que la decisión del máximo tribunal “está ajustada a derecho” y llamó a “levantar la vara” en materia institucional.
«Fue Cristina la que recurrió a la Corte en queja. No es la Corte la que tenga que evaluar la prueba. Esta sentencia nos debería dar tranquilidad para decir: ¡por fin!», expresó. Y agregó: “No importa quién seas o cuánto poder tengas. Aunque con una justicia lenta y perezosa, el que las hace las paga”.
El silencio del PJ cordobés y la protesta en las calles
Más allá del pronunciamiento de De la Sota, llamó la atención el silencio de las principales figuras del peronismo provincial, como el exgobernador Juan Schiaretti y el actual mandatario Martín Llaryora, quienes hasta ahora no se refirieron públicamente al fallo.
En paralelo, una movilización espontánea se congregó este martes en Córdoba capital, desplazándose desde el Patio Olmos hasta la sede del Partido Justicialista. Allí se oyeron cánticos críticos a la conducción partidaria, entre ellos el elocuente: «¡Abrí el partido, la puta que te parió!», reflejando el malestar de algunos sectores por la falta de una reacción más firme ante la condena a la expresidenta.