Además del proyecto en tierras cordobesas, se trata la creación de casas de altos estudios de la Cuenca del Salado, en Cañuelas (Buenos Aires); de Ezeiza (Buenos Aires); Juan Ortíz (Paraná-Entre Ríos) y de las Madres de Plaza de Mayo (Ciudad de Buenos Aires).
Un plenario de las comisiones de Educación y de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados avaló cinco proyectos de ley por los cuales se proponen la creación de las universidades de la Cuenca del Salado, en Cañuelas (Buenos Aires); de Ezeiza (Buenos Aires); de Rio Tercero (Córdoba); Juan Ortíz (Paraná-Entre Ríos) y de las Madres de Plaza de Mayo, en la Ciudad de Buenos Aires.
El oficialismo consiguió dictamen de mayoría con el respaldo de Evolución Radical (con disidencias parciales) y de otros bloques minoritarios, por lo que los textos quedaron en condiciones de ser tratados en la sesión especial prevista para hoy desde las 13, junto con los que establecen las creaciones de las universidades de Delta, del Pilar y de Saladillo, avalados en comisión hace varias semanas.
El PRO y la Coalición Cívica cuestionaron fuertemente los proyectos y emitieron un dictamen de minoría, en tanto que la UCR se encolumnó con esa postura, salvo por su acompañamiento a la de Rio Tercero.
El proyecto de creación de la Universidad de la Cuenca del Río Salado fue presentado por la diputada nacional mandato cumplido y actual ministra de Ambiente bonaerense Daniela Vilar (FdT), y prevé que su sede central esté en la ciudad de Cañuelas, con subsedes en localidades de esa región hídrica.
En sus considerandos dice que privilegiará la implementación de carreras cortas con práctica profesionalizante y ciclos de formación con certificación que respondan a problemáticas y necesidades estratégicas de la región.
La iniciativa que le da el carácter de «nacional» al existente Instituto universitario nacional de derechos humanos Madres de Plaza de Mayo surge de un expediente presentado hace más de dos años por el diputado nacional y líder de la Central de trabajadores Argentinos, Hugo Yaski (FdT).
Sus contenidos estará orientados en la defensa, protección, investigación y promoción para el ejercicio efectivo de los derechos humanos, conforme se desprenden de la Constitución nacional, de los tratados internacionales en la materia y de las leyes nacionales.
El proyecto que establece la creación de la Universidad Nacional de Ezeiza es de la exdiputada y actual ministra de Desarrollo Social Victoria Tolosa Paz (FdT); y prevé carreras y acciones de extensión e investigación vinculadas al desarrollo aeroportuario, al tecnológico y humano y de las organizaciones.
El que propone la fundación de la Universidad Juan Ortiz, en Paraná, lo redactó Blanca Osuna (FdT) y se constituirá sobre la base de la actual Facultad de Humanidades, artes y ciencias sociales de la Universidad Autónoma de Entre Ríos.
«De las cuatro facultades que tiene Uader -Humanidades, Ciencias de la gestión, Ciencias de la vida y la salud y Ciencia y Tecnología- sólo una, Humanidades, concentra el 44% de la matrícula. de 29.322 alumnos que tiene la universidad, 12.953 se concentran en esa unidad académica», explicó la legisladora.
Por último, el proyecto que establece la creación de la Universidad Nacional de Rio Tercero, se basa en dos iniciativas de diferente signo político: la de Gabriela Estévez (FdT) y la de Gabriela Brower de Koning (Evolución Radical).
Ambas autores coinciden en que la propuesta se hace eco de la demanda de la comunidad de esa ciudad, expresada a través de su concejo deliberante, de avanzar en su creación con el objetivo de aportar a la reparación histórica de sus habitantes como consecuencia del atentado de la fábrica militar de Río Tercero en 1995.
«Se apuntale el desarrollo local y regional, especialmente teniendo en cuenta que se trata de un importante polo industrial, generando mayores oportunidades educativas y laborales, favoreciendo el arraigo de las y los jóvenes», sostuvieron.
Durante el debate, Osuna, presidenta de la comisión de Educación, destacó que «en cuanto al acceso a las universidades y su creación, el Estado tiene la responsabilidad, en concepto de inclusión y democratización, de brindar distintas políticas para que esa oportunidad se concrete”.
Desde el oficialismo, Yasky consideró que «la creación de universidades corresponde a procesos en movimiento que se van enriqueciendo la trama educativa y le van dando densidad académica. Calidad educativa e inclusión no pueden ser conceptos contrapuestos”.
Por la Izquierda, Romina del Pla, señaló: «Me parece que debiera estar en claro, en este proyecto, que se van a reconocer en su status de universidades nacionales con el reconocimiento de la aplicación del Convenio Colectivo de Trabajo, que sería una garantía para salir”.
En nombre de Evolución Radical, Danya Tavella dijo que “la provincia de Buenos Aires es la provincia más densamente poblada del país, donde además se registra el mayor nivel de producción y se concentra el mayor nivel de actividad económica. Eso hace indispensable que tengamos recursos humanos más preparados y formados para afrontar competitivamente los desafíos que la economía de Argentina y la del mundo necesitan».
«Es por eso que, en términos generales, acompaño la creación de universidades porque efectivamente, como lo demuestran todos los datos de la economía mundial, a mayor preparación, mayor es el nivel salarial individual y el aporte a la generación de riqueza. Y eso es lo que hacen las universidades, generar mayor competitividad para el territorio y para las personas que en él viven y generar mayor nivel de calidad institucional y ciudadanía”, completó.
La legisladora contrapuso con esos fundamentos la argumentación de su compañera de interbloque, la integrante del PRO, Sabrina Ajmechet, que lamentó que «de las últimas 17 universidades que se crearon, 17 son en territorio bonaerense y siete en el resto del país».
En contra del proyecto, Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica), dijo que «el planeamiento estratégico de la educación superior debe ser un camino virtuoso que acá no estamos teniendo para nada con estos dictámenes a la marchanta y la creación de universidades como si fuera una fábrica de churros en lo que estamos sacando por delante».
«No hay previsibilidad, no tenemos garantizado claramente una asignación de recursos que sean sostenibles. Y no solo se trata de crear más instituciones sino de cómo mejoramos los indicadores: la calidad y la articulación con los niveles obligatorios de la enseñanza”, completó.
A su turno, la diputada Mónica Litza (Frente de Todos) celebró la creación de la Universidad Nacional de Ezeiza y se mostró orgullosa “de que estemos tratando estos proyectos y que en la Argentina haya muchas universidades públicas, gratuitas y de cercanía”.
En discrepancia, el diputado Alejandro Finocchiaro (PRO) también se refirió a la nacionalización de la Universidad de Ezeiza, actualmente en manos de la gestión provincial, al advertir que, según el proyecto, el intercambio de gestión “se pasa sin las autoridades constituidas en marzo de 2019, es decir que se vulnera la autonomía universitaria”.
“Me gustaría llamar a la reflexión y pensar que vulnerar la autonomía universitaria es algo que no se ha hecho nunca en 39 años de democracia”, remarcó.
En tanto, Brouwer de Koning (PRO) defendió la creación de la Universidad Nacional de Río Tercero.
“Río Tercero es una ciudad resiliente que sigue apostando, porque hace 27 años que el Estado Nacional pergeñó una tragedia. Debe ser ese mismo Estado Nacional el que repare y el que devuelva las oportunidades de volver a soñar y volver a proyectar”, señaló.
Marcelo Casaretto (Frente de Todos) se refirió a la creación de la Universidad Nacional Juan Laurentino Ortiz, con sede en Paraná: “Es una universidad que tiene desarrollo, tiene una fuerte presencia y que se está sosteniendo con una fuerte inversión de parte de los entrerrianos. Este proyecto le da jerarquía, lo cual va a permitir el desarrollo de esta importante comunidad universitaria”.
Fuente: Télam