Un joven de 25 años, fue arrestado este mediodía acusado de homicidio culposo por el siniestro vial ocurrido el 5 de julio en Río Cuarto. También fue imputado otro joven por encubrimiento.

Este mediodía fue detenido un hombre de 25 años en el marco de la investigación por la muerte de Bruno Brondo, ocurrida tras un siniestro vial el pasado 5 de julio en la esquina de Presidente Perón y Maipú, en Río Cuarto.

La detención se realizó en una vivienda del macrocentro de la ciudad durante un operativo encabezado por el Departamento de Investigaciones. El joven, identificado como Rodrigo Carón, fue arrestado por orden judicial y está acusado de homicidio culposo agravado por conducción imprudente, lesiones graves culposas y lesiones leves culposas.

Según informó el abogado querellante Diego Larrey en declaraciones a Radio Río Cuarto, testigos presenciales señalaron que Carón era quien conducía la camioneta Volkswagen Amarok involucrada en el hecho, aunque el vehículo está registrado a nombre de otra persona, de apellido Pizarro. Larrey también advirtió que existieron contradicciones entre las actuaciones iniciales y los testimonios, lo que generó sospechas de entorpecimiento en la investigación.

En paralelo, se llevó a cabo otro allanamiento en barrio Bimaco, donde fue trasladado un segundo joven, también de 25 años, quien quedó imputado por el delito de encubrimiento por facilitación de vehículo.

Durante los procedimientos se secuestraron elementos vinculados a la causa, los cuales fueron puestos a disposición del fiscal interviniente.

El pasado jueves, numerosos riocuartenses se movilizaron para reclamar justicia por Bruno Brondo. Entre los presentes se encontraban amigos de la infancia, compañeros de colegio, docentes que lo acompañaron en su formación, vecinos que vieron crecer su historia y hasta el equipo de handball de la Universidad Nacional de Río Cuarto, donde Bruno dejó huella como deportista y compañero. La multiplicidad de vínculos que lo rodeaban dejó claro que no se trató solo de una marcha: fue un abrazo colectivo, una expresión de afecto transformada en demanda.

Los carteles hablaban de justicia, pero también de cariño. Las consignas intercalaban el reclamo con el recuerdo, mientras la ciudad se detenía por unos minutos para rendirle respeto a quien hoy es símbolo de una causa que interpela.

La investigación continúa bajo la órbita del Ministerio Público Fiscal.

Foto: Radio UNRC

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