Una mujer suboficial de la Fuerza Aérea denunció por acoso laboral (mobbing) a dos comodoros y dos suboficiales de dicha institución que desempeñan sus funciones en el Área Material Río Cuarto.

En diálogo con CÓRDOBA HOY, Gustavo Dovis, abogado de la denunciante, confirmó que son dos denuncias que fueron realizadas tiempo atrás en el Juzgado Federal, en donde “nos constituimos como querellantes y solicitamos el avance de la causa”, explicó.

El letrado aclaró que no es acoso sexual, “cuando hablamos de mobbin es el acoso laboral, es el hostigamiento y la molestia constante, sistemática y repetida en el ámbito de trabajo”.

Explicó que, generalmente el mobbing no constituye delito, pero sí los efectos que puede generar el acoso laboral, tales como lesiones graves, afectando la parte mental y la salud psíquica de una persona. Precisó que “cuando ese maltrato ocasiona depresión, ataques de pánico y otras patologías del orden psiquiátrico ahí se tipifica penalmente y por tales fines hemos realizado la denuncia penalmente”.

El abogado dijo que su representada venía soportando actitudes que no tiene por qué soportar ninguna persona, pero remarcó que esta situación se potenció a partir de un reclamo que la suboficial realizó en la sede administrativa para no ser trasladada. “Como la Fuerza Aérea no le otorgó ese pedido, la suboficial planteó una medida cautelar en el Juzgado Federal y parece ser que algunas autoridades de las Fuerzas Armadas locales tomaron dicha iniciativa como una falta de respeto. A partir de ahí, algunos comodoros de la ciudad de Río Cuarto se encarnizaron –por decirlo de alguna manera- con mi defendida”, dijo Dovis.

En este sentido, mencionó que “la empezaron a molestar constantemente, asignándoles tareas para las cuales está sobrecalificada, inclusive, los oficiales que también están denunciados con violencia simbólica y verbal” y agregó que “a raíz de eso ella ha venido sufriendo distintos episodios de ataque de pánico y depresión”.

El abogado señaló que “la denuncia está enmarcada en un caso de violencia de género, pero evidentemente es también violencia institucional porque hay connivencia entre los funcionarios de las Fuerzas Armadas en el sector donde ella está”. Sostuvo que “hay una violencia institucional vertical, es decir, de los superiores hacia ella y también horizontal porque hay compañeros con la misma jerarquía que también han ejercido esta violencia institucional”.

Gustavo Dovis contó que la Justicia Federal se interiorizó en este hecho de violencia y se puso en contacto con el Polo de la Mujer, organismo que está asistiendo a su defendida. 

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