Durante la primera semana de mayo, el Centro Cultural Leonardo Favio de Río Cuarto será escenario de un homenaje cinematográfico imperdible al visionario director David Lynch.
En el marco de la “Semana David Lynch en el Favio”, el público podrá disfrutar de una cuidada selección de siete largometrajes fundamentales de su filmografía, consolidando así un recorrido casi completo por la obra del realizador estadounidense.
Este ciclo se presenta como continuidad del programa iniciado en abril en el Teatrino, donde se proyectaron otras tres películas de Lynch. Con esta nueva serie de funciones, el Centro Cultural culmina un tributo integral a uno de los cineastas más influyentes y enigmáticos del cine contemporáneo. Su obra, caracterizada por lo siniestro, lo onírico y lo surrealista, sigue desafiando convenciones narrativas y visuales.
La programación incluye títulos emblemáticos como Cabeza borradora (1977), El hombre elefante (1980), Duna (1984), Corazón salvaje (1990), Twin Peaks: Fire Walk with Me (1992), El camino de los sueños (2001) e Imperio (2006). Cada uno de estos filmes representa un peldaño distinto en la evolución estética y temática de Lynch, desde sus inicios experimentales hasta sus obras más crípticas.
Entre las actividades destacadas, la proyección de El hombre elefante abrirá el ciclo el viernes 2 de mayo a las 19 hs, con una presentación especial a cargo del crítico y docente Gastón Molayoli. El fin de semana continuará con funciones de El camino de los sueños y Imperio, mientras que entre semana se completará el recorrido con las restantes películas.
Además, el Favio mantendrá su programación habitual con ciclos paralelos como “Cine de cabecera” y “Cine por la Diversidad”, que incluirán títulos como Domicilio conyugal, de François Truffaut, y Funny Ha Ha, de Andrew Bujalski.
Las entradas tienen un valor general de $3000, mientras que estudiantes y jubilados acceden con descuento a $1500, una política que refuerza el compromiso del centro cultural con la democratización del acceso al cine de calidad.
Este homenaje a Lynch no solo celebra su filmografía, sino que también invita a reflexionar sobre la potencia del lenguaje audiovisual para explorar los rincones más oscuros y fascinantes de la mente humana.