La expresidenta cuestionó el rumbo monetario de Javier Milei y sostuvo que la economía atraviesa una contracción profunda, con caída del consumo, salida de divisas e inversión extranjera directa negativa por primera vez en más de dos décadas.

Cristina Fernández de Kirchner volvió a intervenir en el debate económico con un extenso mensaje publicado en redes sociales, en el que apuntó contra la política monetaria del Gobierno de Javier Milei y, en particular, contra el reciente anuncio del Banco Central sobre un esquema de “dólar indexado” proyectado para 2026. Para la exmandataria, la sucesión de regímenes cambiarios anunciados desde el inicio de la gestión libertaria expone la ausencia de un plan consistente y revela un proceso de improvisación permanente.

En su publicación, Cristina Kirchner repasó de manera cronológica las distintas promesas y diseños oficiales: la dolarización planteada en 2023, la competencia de monedas en 2024, el esquema de dólar entre bandas con crawling peg durante 2025 y, finalmente, el nuevo formato indexado al índice de precios. Según señaló, ninguno de estos modelos logró cumplir los objetivos proclamados por el Ejecutivo y todos estuvieron acompañados por consignas triunfalistas que, a su juicio, contrastan con la realidad económica.

La ex presidenta puso el foco en el rol del Banco Central y en la figura de su titular, Santiago Bausili, a quien vinculó políticamente con el ministro de Economía, Luis Caputo. En ese marco, cuestionó que el nuevo esquema se presente como una solución técnica cuando, en los hechos, refleja la dificultad del Gobierno para estabilizar el mercado cambiario y controlar las variables macroeconómicas.

Más allá del debate monetario, Fernández de Kirchner sostuvo que la economía atraviesa “una caída libre”, marcada por la falta de recuperación del consumo y una sostenida salida de dólares. Enumeró entre las causas el aumento de las importaciones, el turismo emisivo, los pagos de intereses de la deuda y el crecimiento de las compras de bienes y servicios en plataformas digitales del exterior. A ese cuadro sumó un dato que calificó como especialmente grave: la inversión extranjera directa negativa, un fenómeno que, según afirmó, no se registraba desde 2003.

En ese sentido, aseguró que desde la asunción de Milei, en diciembre de 2023, hasta octubre de 2025, la inversión extranjera directa acumuló un saldo negativo superior a los 1.300 millones de dólares, acompañado por la salida de empresas internacionales. Como ejemplo, mencionó el retiro de la petrolera malaya Petronas, que había desembarcado en el país en 2014 y era una pieza central del proyecto de gas natural licuado en Bahía Blanca.

Con ironía, la exmandataria también apuntó contra el eslogan oficial del “¡Flota! ¡Flota!”, utilizado por funcionarios y el propio presidente para celebrar la supuesta liberalización cambiaria. “El único Flota Flota que conozco es el que usan los chicos para jugar en la pileta”, escribió, al tiempo que sostuvo que el Gobierno, pese a su discurso monetarista, terminó reconociendo en los hechos el peso central del dólar en la dinámica inflacionaria.

En el cierre de su mensaje, Cristina Kirchner defendió su propia gestión y destacó que durante sus dos mandatos presidenciales se registraron los mayores niveles de inversión extranjera directa con saldo positivo desde 2003. Con ese contraste, buscó reforzar su crítica al rumbo económico actual y a lo que definió como una brecha creciente entre los anuncios oficiales y la situación concreta de la economía argentina.

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