Según datos de la plataforma, ya son más de 43 mil las personas registradas para realizar entregas en todo el país. El aumento de la oferta de repartidores redujo las comisiones y encendió alertas sobre las condiciones laborales en el sector.
La cantidad de personas registradas para repartir en Rappi pasó de 31.105 en noviembre de 2024 a 43.048 en noviembre de 2025, lo que representa un incremento cercano al 40%. El crecimiento se da en un contexto de despidos, caída del poder adquisitivo y aumento de la demanda de trabajos informales. A la vez, la empresa redujo las comisiones ante el incremento de la oferta de repartidores.
La compañía presentó un nuevo “Índice Rappi”, que difundirá datos mensuales sobre la actividad de la aplicación, como cantidad de pedidos, ticket promedio, comercios activos y registro de repartidores. Según ese informe, los pedidos crecieron más de un 29% interanual, aunque el ticket promedio cayó en términos reales.
El aumento en el registro de repartidores fue señalado por la periodista Rosalía Constantino como un indicador del impacto de la crisis laboral. “Se pasó de 31.105 repartidores en noviembre de 2024 a 43.048 en noviembre de 2025”, afirmó en la red X. También sostuvo que la suba responde al ajuste salarial y a la mayor cantidad de despidos, factores que llevaron a miles de personas a buscar ingresos en plataformas de reparto. Según testimonios de repartidores, las comisiones bajaron frente al crecimiento de la oferta.
Los datos se conocen en un contexto en el que, según el Indec (segundo trimestre de 2025), el empleo informal y por cuenta propia supera al empleo registrado. Para muchos trabajadores, las aplicaciones representan una alternativa ante la falta de empleo formal o la pérdida de puestos de trabajo.
En paralelo, continúan los debates sobre reformas laborales y las condiciones en las que se desarrolla el trabajo en plataformas. Diversos sectores sindicales y políticos plantean la necesidad de discutir políticas para garantizar derechos laborales y mejorar los ingresos. Entre esas propuestas se encuentra la reducción de la jornada laboral y la creación de más empleos formales, iniciativas que distintos espacios impulsan para hacer frente al avance del trabajo informal.
Las discusiones continúan mientras miles de repartidores atraviesan una actividad marcada por ingresos variables, alta demanda de horas de trabajo y ausencia de cobertura laboral tradicional.