Se trata de «AflaBIOPLus», un bioinsumo para combatir un patógeno en plantas de maní y maíz denominado Aflatoxinas, que pueden generar cáncer en humanos y afectar a los animales. Por este trabajo, la doctora en Ciencias Biológicas e Investigadora Asistente del CONICET, María Silvina Alaniz Zanon, recibió uno de los premios Innovar 2022.

El pasado fin de semana, se llevó a cabo en el predio de Tecnópolis, el concurso INNOVAR 2022. En ese marco, la investigadora riocuartense María Silvina Alaniz Zanon se presentó en la categoría, “Innovaciones en el Agro”, donde hubo más de 200 proyectos. CÓRDOBA HOY dialogó con científica local, sobre el logro conseguido y los detalles de su investigación.

“Me presenté en Julio a esta convocatoria, impulsada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación. En el año 2011 empecé mi doctorado en control biológico del maní, con la finalidad de controlar Aflatoxinas (metabolito secundario, un compuesto tóxico, que es cancerígeno en el humano y genera inconvenientes en animales si consumen granos contaminados). El hongo que sintetiza esa toxina se llama Aspergillus flavus y se encuentra de manera natural en el campo, contamina el maíz y el maní, principalmente cuando la planta sufre condiciones de estrés (la sequía acelera ese proceso)”, afirmó Alaniz Zanon.   

La microbióloga y doctora en Ciencias Biológicas de la UNRC explicó que hay reglamentaciones a nivel nacional e internacional que exigen límites máximos en de esas toxinas en los granos y por eso el objetivo fue buscar estrategias que sean eco amigables y económicas, en tiempos donde se acelera el cambio climático: “Empezamos a aislar cepas del mismo ecosistema donde queremos aplicar este producto y realizamos un montón de análisis. De ese conjunto de cepas que tuvimos, seleccionamos algunas que no tienen la capacidad genética de producir esa toxina. Es por eso que, a partir de varios ensayos, seleccionamos la cepa más competidora y desarrollamos el producto que propusimos en el trabajo, que puede reducir la contaminación generada por esa toxina hasta un 85%”.

Alaniz Zanon explicó que también desarrollaron un polímero hecho a base de almidón de maíz, con el fin, de que el hongo biocontrolador crezca en ese soporte, para que se pueda trasladar y aplicar en el campo: “Se predicen mayores sequías y eso va a favorecer la generación de estas Aflatoxinas, eso nos llevó a realizar esta investigación. No existe un agroquímico específicamente destinado a combatirlas, se utilizan fungicidas. No puedo decir si nuestro producto los puede reemplazar, pero sí, que puede colaborar en la disminución del uso de agroquímicos. Este producto fue pensado como algo biológico y no químico para colaborar al cuidado del medioambiente”.

El premio consiste en un cobro de $400 mil pesos para los investigadores, que no cubre los gastos generados durante los 11 años de investigación según plantea la entrevistada, pero ayuda y sirve para seguir trabajando en nuevos proyectos, sumado a la alegría por haber sido premiada: “En la presentación en el INNOVAR fuimos mi directora Sofía Chulze, mi codirector, César Barbero y yo, pero a lo largo de estos años hubo todo un equipo detrás”, sostuvo la investigadora local.

A través de la Universidad Nacional de Río Cuarto presentaron la solicitud de patente del proyecto premiado: “Que nos otorguen la patente es un proceso que puede durar años. Nuestra idea es poder vincularnos con alguna empresa, que pueda producir esto a gran escala, para ayudar al productor y que no quede solo en la investigación. Hablamos con varias, pero teniendo en cuenta el sistema de producción de bioinsumos que tienen, no cuentan con la infraestructura para producir el nuestro. Seguimos moviéndonos para lograrlo”, concluyó Alaniz Zanon.     

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