José Vargas Parra, conocido como “Pepe Vargas Parra”, y quien fue imputado por la desaparición del joven Nicolás Sabena, recibió el beneficio de la prisión domiciliaria.

Rosa Sabena, madre del joven Nicolás desaparecido en 2008, dijo que el juez de Ejecución Penal Echenique Esteves no le notificó la decisión e incurre en incumplimiento de deberes de funcionario público. Aseguró que iniciará un jury de enjuiciamiento contra el magistrado.

El Juzgado de Ejecución Penal de Río Cuarto otorgó la prisión domiciliaria a José Francisco Vargas Miserendino, quien tiene 77 años y está cumpliendo la condena por la privación ilegítima de la libertad del joven Nicolás Sabena, desaparecido en 2008.

Según la resolución firmada por el juez Gustavo Echenique Esteve, José Vargas tiene la obligación de permanecer en esa vivienda y estará bajo el cuidado y la responsabilidad de una tutora, conocida de la familia. También se dispuso que el lugar de residencia cuente con una línea telefónica fija.

El Juzgado de Ejecución Penal confió al Patronato de Presos y Liberados de la ciudad de Río Cuarto la supervisión y el contralor de la detención domiciliaria otorgada a Vargas Miserendino. Esta institución deberá informar, periódicamente, el cumplimiento de las obligaciones impuestas por el tribunal. Cualquier egreso del domicilio deberá ser autorizado expresamente por el Patronato y solo podrá obedecer a razones estrictamente autorizadas.

Rosa Sabena recordó que el mismo año de la desaparición de su hijo ella había denunciado a José Vargas, pero la condena llegó seis años después debido a la complicidad con un sector de la policía.

“El 21 de septiembre de 2008 yo había denunciado la desaparición de mi hijo, pero el 19 ya había realizado una exposición judicial en donde indicaba el nombre de José Vargas Miserendino como responsable de lo que le pasaba a mi hijo”, recordó Rosa Sabena.

A pesar de eso, recién fue condenado seis años después, el 19 de octubre de 2014. En ese momento la condena fue de 17 años de prisión.

Sin embargo, desde que el penado cumplió los 70 años de edad, empezó a pedir que se le otorgara la prisión domiciliaria, pero sistemáticamente se le negó porque Rosa Sabena había sido amenazada por el propio Vargas.

El condenado le había expresado a Rosa Sabena que cuando saliera de la cárcel la iba a hacer desaparecer como a su hijo. A pesar de ese riesgo para la madre de la víctima, la Justicia le otorgó recientemente el beneficio de la prisión domiciliaria apelando a “su avanzada edad”.

Rosa Sabena dijo que todo esto demuestra el mal accionar del juez de Ejecución Penal, la cual calificó como “una aberración judicial”.

Ante esta situación, considerando que el juez no la notificó como era su obligación y que hay una causa abierta que entra en peligro procesal a partir del otorgamiento de la prisión domiciliaria a José Vargas, Rosa Sabena aseguró que iniciará un jury de enjuiciamiento en contra del juez Echenique Esteve.

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