Pese a aumentos que superaron el 50% interanual, el consumo de carne vacuna creció 3,4% y se ubica en 48,3 kilos por habitante al año, según datos de la industria.
El precio de la carne vacuna volvió a mostrar una fuerte aceleración en noviembre, aunque lejos estuvo de impactar de manera negativa en el consumo interno. De acuerdo al último informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), el consumo creció un 3,4% interanual y alcanzó un promedio de 48,3 kilos por habitante al año, superando en 2,3% el registro de 2024.
El relevamiento indica que entre enero y noviembre se consumieron 2,101 millones de toneladas de carne vacuna, lo que representa 1,1 kilo más por persona en comparación con el mismo período del año pasado. El dato confirma que, aun en un contexto de precios en alza, la carne sigue ocupando un lugar central en la mesa de los argentinos.
Durante noviembre, los precios tuvieron una suba mensual del 6,6%, muy por encima del 2,6% registrado en octubre. El asado lideró los aumentos con un salto del 13%, mientras que cortes como nalga, cuadril, paleta y carne picada también mostraron incrementos significativos. En contraste, el pollo entero registró una baja mensual del 1% y acumula una caída del 6,8% en los últimos cuatro meses, consolidándose como la principal alternativa ante el encarecimiento de la carne vacuna.
En la comparación interanual, los precios de la carne aumentaron 53,2% respecto de noviembre de 2024, con subas aún mayores en cortes tradicionales como el asado, el cuadril y la nalga. Este comportamiento refuerza la tendencia de encarecimiento sostenido año a año del principal producto cárnico del país.
En cuanto a la producción, la industria frigorífica mantuvo niveles estables en el acumulado del año, aunque noviembre mostró una caída tanto mensual como interanual. A su vez, las exportaciones registraron un retroceso del 10% interanual, impactadas por la menor demanda de China y una fuerte baja en los envíos a Israel. Pese a ello, algunos mercados como Estados Unidos y Países Bajos mostraron una evolución positiva.
Así, el cierre del año deja un escenario de precios en alza, producción contenida y exportaciones más débiles, pero con un consumo interno que sigue firme y confirma la centralidad de la carne vacuna en los hábitos alimentarios de los argentinos.


