El Tesoro colocó $9 billones en la última licitación de julio, por debajo de los $11 billones que debía renovar. El mercado convalidó rendimientos muy por encima de los vigentes semanas atrás.
El Ministerio de Economía, encabezado por Luis Caputo, cerró el mes de julio con una licitación de deuda en la que consiguió renovar el 76% de los compromisos que vencían. Para alcanzar ese nivel de cobertura, el Tesoro debió convalidar tasas que llegaron hasta el 65,3% anual, logrando colocar alrededor de $9 billones, por debajo de los más de $11 billones que necesitaba.
El grueso de las adjudicaciones se concentró en letras y bonos a tasa fija (LECAP y BONCAP) con vencimientos en los próximos meses. Los instrumentos más cortos (agosto-septiembre) ofrecieron premios de entre 22 y 50 puntos básicos por encima de las tasas del mercado secundario, según estimaciones de consultoras privadas.
La mayor parte de la colocación se dirigió a las LECAP con vencimiento el 15 de agosto, que captaron $3,7 billones con una tasa efectiva mensual de 4,28% (equivalente a 65,3% anual). Los títulos de septiembre y octubre tuvieron rendimientos efectivos anuales de entre el 51% y el 55%.
Aunque algunos analistas consideraron positivo el nivel de rollover, otros advirtieron que el Gobierno debió pagar tasas significativamente más altas que en licitaciones previas. La decisión de absorber pesos para contener presiones cambiarias podría, según expertos, tensionar el perfil de vencimientos si la estrategia no se sostiene en el tiempo.
El desafío ahora se traslada a agosto, mes en el que el Tesoro deberá enfrentar vencimientos por unos $30 billones, en un contexto de tasas crecientes y volatilidad cambiaria.