La iniciativa busca reducir el impacto ambiental y fortalecer el reciclado en la universidad. La capacitación se enmarca en el programa Crear Ambiente, que también alcanzará a las residencias estudiantiles.
Como parte del programa Crear Ambiente, la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) inició un proceso de capacitación para el personal del comedor universitario con el objetivo de implementar la separación de residuos en origen. La jornada se llevó a cabo este viernes y contó con la participación de trabajadores nodocentes y miembros de la cooperativa Trabajadores del Ambiente, quienes brindaron información sobre la importancia del reciclado y la reducción de desechos.
La secretaria de Bienestar de la UNRC, Paola Beassoni, destacó que la iniciativa permitirá que los residuos secos sean entregados a la cooperativa, facilitando su reutilización en la industria del reciclaje. Además, señaló que este proceso se ampliará a las residencias estudiantiles del campus con el propósito de generar una cultura ambiental más sustentable entre la comunidad universitaria.
El desafío de separar en origen
En la actualidad, la mayor parte de los residuos generados en la ciudad terminan en el enterramiento sanitario, lo que genera contaminación y desperdicio de materiales reutilizables. La separación en origen permite reducir el volumen de basura y optimizar el trabajo de los recicladores, quienes dependen de estos materiales para su sustento.
Danae Ferraro, integrante de Trabajadores del Ambiente, subrayó que «mucha gente no conoce las consecuencias de no separar la basura» y que es fundamental promover la concientización. Carlos, otro miembro de la cooperativa, afirmó que «la promoción y la educación pueden ayudar» a que más personas adopten el hábito de dejar los residuos separados en sus hogares para que los recicladores puedan recolectarlos antes de la recolección municipal.
En Río Cuarto, existen diversos puntos verdes para depositar materiales reciclables, como en El Andino, Villa Dálcar, la escombrera municipal y algunas plazas y parques. Sin embargo, aún persisten desafíos como la falta de señalización adecuada en los cestos del campus universitario, lo que ha llevado a que residuos orgánicos e inorgánicos terminen mezclados.
Compromiso con el ambiente y el reciclado
Beassoni remarcó que, como institución educativa, la UNRC debe asumir un rol proactivo en la promoción de la separación de residuos. “Es una ayuda directa para quienes recogen estos materiales, ya que hace la diferencia entre hurgar en la basura o contar con residuos previamente clasificados, lo que ahorra tiempo y mejora sus condiciones de trabajo”, explicó.
Además, la secretaria de Bienestar adelantó que se proyecta la instalación de más puntos verdes en el campus y la implementación de un sistema de compostaje para residuos orgánicos. “Pensamos en el presente y en el futuro. Es clave que toda la comunidad universitaria se involucre en estas acciones”, concluyó.
Por su parte, Ferraro destacó que cada vez más vecinos se acercan a la cooperativa, ubicada en Trabajo y Previsión 835, para entregar materiales reciclables. «Esto demuestra que hay voluntad de colaborar, y esperamos que los universitarios se sumen a esta iniciativa».