La senadora de La Libertad Avanza presentó una denuncia ante el Comité de Ética del organismo sudamericano por presuntas irregularidades y acusó a la conducción del fútbol argentino de un manejo “mafioso” de los recursos.
La confrontación entre el Gobierno nacional y la Asociación del Fútbol Argentino sumó este lunes un nuevo capítulo luego de que la senadora Patricia Bullrich presentara una denuncia formal ante el Comité de Ética de la Conmebol contra el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, y el tesorero de la entidad, Pablo Toviggino, a quienes acusa de corrupción y falta de transparencia en la administración de fondos.
Según confirmó la propia Bullrich, el escrito solicita que el organismo sudamericano investigue posibles violaciones a los principios de integridad que rigen a las asociaciones miembro. La exministra de Seguridad calificó el accionar de la actual conducción de la AFA como “mafioso” y sostuvo que sus prácticas “ensucian al fútbol argentino”.
A través de publicaciones en redes sociales, la senadora expuso parte de los argumentos que motivaron la presentación. En ese marco, cuestionó el destino de los ingresos generados por la publicidad y por la selección nacional, y puso en duda la coherencia entre esos recursos y los premios otorgados a los futbolistas. “¿Dónde está la plata?”, se preguntó, al tiempo que comparó los premios deportivos con los gastos en viajes y traslados de las autoridades de la AFA.
Uno de los ejes más sensibles de la denuncia apunta a la financiera Sur Finanzas, vinculada a una causa judicial en el ámbito local. Bullrich sugirió que esa firma estaría involucrada en el manejo de deudas de clubes a cambio de favores y apoyos políticos dentro de la estructura dirigencial, lo que, a su entender, forma parte de un esquema irregular de poder y financiamiento.
“La lista de irregularidades y manejo turbio del dinero es interminable. Si las hacen, las tienen que pagar”, afirmó la dirigente oficialista, dejando en claro que buscará avanzar en el plano institucional y judicial. La denuncia presentada ante la Conmebol se suma así a la creciente tensión entre el Ejecutivo y la cúpula de la AFA, en un conflicto que ya trascendió el ámbito deportivo y se instaló de lleno en la agenda política.
