En agosto, el Índice del Costo de la Construcción en Córdoba subió un 4,08%, lo que eleva el valor del metro cuadrado a $603.574. En un año, el sector ha experimentado un alza del 202,02%, impulsado principalmente por el aumento en materiales y mano de obra.

Durante el mes de agosto de 2024, el Índice del Costo de la Construcción de Córdoba (ICC-Cba) registró una variación mensual del 4,08% en su Nivel General, alcanzando un alarmante 202,02% de aumento interanual. Este índice, que mide el costo de construir una vivienda social tipo, refleja las tensiones económicas que enfrenta el sector, marcado por incrementos en materiales y mano de obra.

Según datos proporcionados por el Gobierno de la Provincia, el costo del metro cuadrado en agosto alcanzó los $603.574,3, lo que refleja una acumulación del 79,87% en lo que va del año. Esta cifra marca el elevado costo de construir una vivienda en Córdoba, que impacta directamente en los bolsillos de las familias y el sector inmobiliario.

Desglosando los incrementos, se observa que los materiales aumentaron un 3,35% mensual, alcanzando un alza del 66,50% desde diciembre de 2023 y un aumento interanual del 201,94%. Por otro lado, el costo de la mano de obra tuvo un incremento aún mayor, con un 5% mensual, acumulando un 97,51% en lo que va del año y un 200,69% en comparación con agosto de 2023.

El Índice del Costo de la Construcción (ICC-Cba) tiene en cuenta tres capítulos: “Materiales”, que incluye los precios de 123 insumos; “Mano de Obra”, que analiza seis componentes; y “Varios”, que contempla once elementos. El conjunto de estos capítulos compone el Nivel General, con un total de 140 elementos.

La vivienda social tipo, que sirve de referencia para este índice, cuenta con una superficie cubierta de 50,25 m² y está compuesta por una cocina-comedor, dos dormitorios y un baño. La mampostería es de bloque cerámico, con revoque grueso y fino, pisos de cerámica y techo de losa, siendo una opción básica para medir la evolución del costo de la construcción en la provincia.

Este contexto de fuertes aumentos no solo afecta a quienes planean construir, sino también a las obras públicas y privadas en marcha, que deben ajustar sus presupuestos a este escenario inflacionario, sumando más presión al ya complejo panorama económico del país.

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