Aunque los números oficiales muestran una baja de la desocupación, especialistas advierten que el empleo que se genera es mayormente precario y sin derechos laborales.
Aunque la tasa de desempleo bajó en el país durante el último trimestre, el dato esconde una realidad preocupante: el crecimiento del empleo se dio casi exclusivamente en el trabajo informal. Así lo reflejan los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y los análisis de distintos especialistas y consultoras.
Según el informe de Mercado de Trabajo elaborado a partir de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), la desocupación se ubicó en el 6,6% en el tercer trimestre del año, por debajo del 6,9% registrado en el mismo período de 2024. En términos absolutos, el Indec estimó que unas 958 mil personas estaban desocupadas en los 31 aglomerados urbanos relevados, sobre una población económicamente activa de 14,6 millones. Extrapolado a todo el país, el número alcanzaría a unos 3,1 millones de personas.
Sin embargo, el descenso del desempleo no estuvo acompañado por un aumento del empleo formal. Por el contrario, la informalidad laboral pasó del 42,6% hace un año al 43,3%, lo que implica un crecimiento del llamado “trabajo en negro”.
“El desempleo bajó porque aumentó la cantidad de personas ocupadas, no porque haya menos gente buscando trabajo”, explicó Daniel Schteingart, director de Desarrollo Productivo de Fundar. En ese sentido, detalló que la tasa de empleo pasó del 45% al 45,4%, pero aclaró que toda la mejora se explicó por el aumento de puestos informales, en un contexto de pérdida de empleo registrado en empresas privadas.
En la misma línea, la consultora Equilibra señaló que, pese a que la actividad económica creció un 3,3% interanual, el empleo solo aumentó un 1,8% y lo hizo principalmente por el incremento del cuentapropismo y la informalidad.
Por su parte, la consultora LCG remarcó que la participación de trabajadores no asalariados dentro del total de ocupados subió del 26,9% al 28,1% en el último año. Este fenómeno está vinculado al crecimiento del monotributo, cuyas escalas fueron flexibilizadas en el marco del paquete fiscal, y al avance de aplicaciones de empleo que ofrecen salidas laborales rápidas, pero sin estabilidad ni mayores garantías.
De este modo, aunque las estadísticas oficiales muestran una baja en la desocupación, los especialistas advierten que el mercado laboral argentino continúa deteriorándose, con más personas trabajando en condiciones precarias y sin acceso a derechos básicos como aportes jubilatorios, obra social o estabilidad laboral.


