El gobierno de Javier Milei formalizó la salida del país de la Organización Mundial de la Salud. La medida genera alarma por su posible impacto en la salud pública y el aislamiento internacional.
Este viernes 23 de mayo, el Gobierno nacional oficializó la salida de Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una decisión que genera fuerte preocupación tanto a nivel nacional como internacional. El documento que formaliza el retiro fue firmado el 25 de febrero por el canciller Gerardo Werthein, y la noticia se conoció esta semana durante la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra.
Según el Ejecutivo, la decisión se tomó en defensa de la soberanía nacional, acusando a la OMS de impulsar medidas como las “cuarentenas eternas” durante la pandemia de Covid-19. Sin embargo, especialistas recordaron que la propia OMS desaconsejó confinamientos prolongados desde abril de 2020, y que fue el gobierno argentino de entonces quien decidió esas medidas.
El retiro del organismo podría traer serias consecuencias, como la pérdida de acceso a programas de vacunación, cooperación técnica y científica, y participación en decisiones clave sobre salud global. En este contexto, Argentina fue el único país del Sur Global ausente en la aprobación del nuevo Tratado Mundial para la Prevención de Pandemias, lo que refuerza su aislamiento en foros internacionales.
La salida aún no es definitiva. La Asamblea Mundial podría aplazar su tratamiento hasta el próximo año, dejando la membresía de Argentina en suspenso. En el pasado, Estados Unidos intentó una maniobra similar bajo el mandato de Donald Trump, pero su sucesor, Joe Biden, revirtió la decisión antes de que se hiciera efectiva.
Analistas y referentes del ámbito sanitario advierten sobre el impacto que esta medida podría tener en el sistema de salud argentino, especialmente en momentos de crisis sanitarias donde la cooperación internacional es clave.
Mientras tanto, la noticia generó revuelo en la comunidad internacional, y fue poco difundida en medios nacionales, lo que también despertó críticas desde el ámbito periodístico y académico.