María del Carmen Pelleritti, amiga de Nora Dalmasso, apuntó al viudo Marcelo Macarrón al considerar que junto a su primer abogado, Daniel Lacasse, fueron quienes se beneficiaron con lo ocurrido, al tiempo que advirtió que si llegara a aparecer muerta tras sus dichos busquen a ese letrado.
«Se realizó una investigación morbosa sobre la muerte de una persona que asesinaron varias veces. Fue un femicidio contra una mujer, la revolcaron y la pisotearon mil veces”, dijo María Carmen Pelleritti, amiga de la víctima, en su testimonio ante el jurado en Río Cuarto.
Tal como lo habíamos adelantado en Córdoba Hoy, al declarar en la octava jornada del juicio por jurados que se lleva a cabo en Río Cuarto, María del Carmen Pelleritti, amiga de Dalmasso, expresó: «Si se hubiera buscado a quién se benefició con el crimen, se hubiera encontrado al asesino».
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Tras ello, el fiscal Luis Rivero le preguntó quién para ella fue la persona que se benefició con el crimen, a lo que respondió: «Posiblemente podría ser Macarrón para no compartir el cincuenta por ciento de los bienes».
La mujer hizo referencia a un eventual divorcio de la pareja, ya que ratificó una declaración que brindó con anterioridad, en la que recordó que Nora le había comentado que si se separaba de su marido, Marcelo tendría «muchos problemas».
La testigo apuntó también como posible beneficiario del femicidio al primer abogado defensor de Macarrón, a quien, aseguró, «Nora le tenía terror». Al referirse al letrado, Pelleritti expresó: «Si aparezco muerta busquen a Lacasse».
También dijo sobre el abogado que «es mejor tenerlo de amigo que de enemigo» y aseguró que fue el temor hacia él lo que detuvo a Nora de encarar el divorcio de Macarrón, ya que era quien lo representaba en los asuntos legales.
Tras esos dichos, el abogado Marcelo Brito, defensor de Macarrón, le preguntó a la testigo si tiene pruebas contra el viudo por el crimen de Nora, a lo que ella respondió de manera contundente que «no».
A lo largo de su exposición, Pelleritti calificó de «morbosa» la investigación que se llevó adelante por el crimen de su amiga y dijo que se trató de «un femicidio contra una mujer, la revolcaron y la pisotearon mil veces». En ese sentido, añadió que en la instrucción de la causa «salieron en la búsqueda de amantes y no de un asesino».
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«Mientras buscaban amantes se escapó el asesino»
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Pelleritti también arriesgó la hipótesis de que «la persona que mató a Nora la estaba esperando en la casa» y dijo que, a su parecer, el asesino «tenía la llave de la casa porque Nora era muy cuidadosa cuando salía y cerraba todas las puertas».
«Si Nora esperaba a alguien no se habría sacado el maquillaje», dijo al recordar que estaba desmaquillada cuando fue encontrada muerta en su casa del country Villa Golf de Río Cuarto en el sur provincial.
En otro tramo de su testimonio, Pelleritti criticó la falta de preservación de la escena del crimen, al mencionar que «toda la gente entraba a la casa».
Sobre su relación con la víctima, dijo que era «muy amiga» y que compartían muchas actividades, como caminatas y las de los hijos de ambas que iban a la misma escuela.
La mujer defendió en otro tramo de su declaración a su amigo Michel «El Francés» Rohrer, el empresario apuntado por los hijos de Macarrón (Facundo y Valentina) como presunto sospechoso del asesinato, al manifestar que en la fecha del crimen se encontraba en Buenos Aires y no en Río Cuarto.
Finalmente, la testigo recordó que había escuchado rumores sobre una presunta «relación amorosa» de la víctima «con el abogado Rafael Magnasco».
Más testimonios
Otra de las testigos de este miércoles fue Carina del Valle Flores, quien era la empleada doméstica del matrimonio Macarrón en la casa de Villa Golf y recordó que el imputado “siempre tuvo trato de respeto. Una familia totalmente normal, tanto de los esposos y de los hijos”.
La empleada también explicó que Nora le había pedido que no trabaje el sábado 25 de noviembre de 2006 porque ella se iba a dormir a la casa de su madre y Macarrón iba a estar de viaje a Punta del Este para un torneo de golf.
Agregó también que el martes siguiente, junto a la otra empleada que atestiguó, Verónica Valentín, fueron a limpiar la habitación donde fue encontrada asesinada la víctima.
Apuntó que en la fecha del crimen la casa del matrimonio se encontraba en refacción, y que entre los obreros estaba Gastón Zárate, el pintor apodado por la sociedad “El Perejil”, ya que había sido acusado por el abuso sexual, robo y crimen de Nora, y luego sobreseído.
Valentín, por su parte, destacó que “Nora era de un corazón enorme” y que aconsejaba constantemente a su madre.
La pedicura Marta Barena de Lamborizzio fue otro de los testimonios convocado a partir de su participación en una conversación junto a Dalmasso y Macarrón, particularmente sobre el viaje del viudo al torneo de golf y la sugerencia a Nora para que vaya a dormir a la casa de su madre el sábado 25 de noviembre.
La audiencia pasó a cuarto intermedio hasta este jueves a las 9 para continuar con la recepción de testimonios.
Macarrón es el único imputado en este proceso, quien responde por el delito de «homicidio calificado por el vínculo, por alevosía, y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal», que contempla prisión perpetua.
Según el requerimiento fiscal de elevación a juicio, en fecha que no se puede establecer con exactitud, presumiblemente unos meses antes del 25 de noviembre de 2006, Marcelo Macarrón «en acuerdo delictivo con personas aún no identificadas por la instrucción, instigó el crimen de su mujer por desavenencias matrimoniales».
Añade que la intención fue de «obtener una ventaja, probablemente política y/o económica del estrépito de la eventual muerte, planificó dar muerte a su esposa Nora Dalmasso».
Fuente: Télam