Se trata de la obra literaria del periodista y escritor Alexis Oliva que en uno de sus capítulos recuerda la historia de Alfredo Peco Duarte, nodocente de la UNRC desaparecido en 1976, y los daños que el terrorismo de Estado generó en su mujer, Susana Miranda.
Este sábado el escritor preentó su última publicación en la 18° edición de la Feria del Libro Juan Filloy de Río Cuarto. Su libro cuenta 20 historias de vidas atravesadas por el conflicto en crónicas que repasan luchas por derechos humanos; militantes barriales, personas, colectivos y territorios; y denuncian crímenes y abusos de poder.
En diálogo con CÓRDOBA HOY, Alexis Oliva precisó que las historias que se cuentan en esta obra literaria “son historias que tienen un contexto social que de alguna manera las enlaza que es la conflictividad, el abuso de poder y situaciones de violencia institucional, política social y económica”.
De esta manera, el periodista y escritor, a través de un trabajo de investigación y una gran estética narrativa recupera hechos de la militancia revolucionaria y terrorismo de Estado, cárceles y derechos humanos, violencias de géneros, disidencia sexual y personajes convertidos en emblemas de luchas.
Explicó que el libro está dividido en cuatro capítulos: uno que se titula Lesa que tienen que ver con militancias revolucionarias y terrorismo de Estado; un segundo denominado Tumba, cuyo escenario es la cárcel y conflictos vinculados a los derechos humanos en contextos de encierro; también hay un tercer capítulo que se titula Cuerpes con historias de violencia de género y diversidad sexual, y crímenes de odio; y un último, otro denominado Bandera que reúne historias de personas que se han convertido de alguna manera en símbolos de luchas sociales, políticas y de derechos humanos.
Manifestó que en el libro se hallan historias conocidas y desconocidas de Córdoba y de otros lugares del pais, con las que uno como periodista ha podido tener contacto directo en su contexto». Manifestó que algunas de esas historias que están plasmadas en su libro todavía persiste esa conflictividad y también hay otras del pasado que repercuten en el presente.
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“Hay algunos relatos que son cinematográficos o casi de novela que pueden parecer de ficción, pero que no, son la triste realidad que nos toca vivir como muchas cosas que suceden en nuestro país que vemos que varios casos la realidad supera a la ficción en términos de dramatismo y de injusticia social”
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Alexis Oliva contó que “en casi todas las historias hay un poder que violenta, que discrimina, que abusa de su posición y es un poder que casi siempre es impune”.
Manifestó que, si bien el objetivo de esta publicación puede pensarse como una forma de visibilizar estas causas, señaló que el libro para él “es un refugio de mi trabajo como periodista y de mi propia vocación”. En este sentido, sostuvo que “en tiempos donde la profesión del periodismo afronta una crisis económica, pero también de su razón social, en donde uno muchas veces se siente frustrado porque el trabajo que uno puede hacer para que haya algo de justicia, muchas veces termina siendo frustrante y cuesta sostenerse, el libro es un refugio”.
Por otra parte, remarcó que escribir este libro le permitió reconectarse con estas historias y subrayó que “en muchos casos, la injusticia siguió. A pesar de que algunos compañeros periodistas nos hicimos eco de estos hechos, las injusticias siguieron adelante y en muchos casos la situación se agravó generando que se muriera la persona sin que el Estado le diera respuesta”, expresó.
La historia de Alfredo Peco Duarte
En el capítulo denominado Lesa, Alexis Oliva pone en diálogo con el lector la historia del militante de la juventud peronista y nodocente de la UNRC, Alfredo “Peco” Duarte. Señaló que es una historia del pasado que tienen repercusión en el presente y que ilustra lo que fue algo que escuchamos en los juicios, el concepto de “la extensión del daño del terrorismo de Estado”.
¿Hasta cuándo se prolonga el daño producido por el terrorismo de Estado? ¿Qué sufrimiento psíquico padecen los familiares de los desaparecidos? ¿Qué fantasmas pueblan las pesadillas de los sobrevivientes? Son algunos de los interrogantes que el escritor plasma en la historia de los riocuartenses Duarte- Miranda.

Recordó que a pesar de que hubo una causa en donde el caso de Alfredo Peco Duarte fue incluido, la Justicia fue incompleta e imperfecta porque no reconoció la extensión del daño, es decir, lo que el terrorismo de Estado generó en Susana Miranda por la desaparición de su marido y la violencia institucional que sufrió durante la dictadura militar.
Alexis recordó que Peco Duarte “fue un referente de la juventud peronista, secuestrado en enero de 1976, poco tiempo antes del Golpe Militar, en presencia de su esposa Susana Miranda y de su hija Clarisa Duarte (siendo bebé), quien permanece desaparecido hasta el día de hoy”. Remarcó que además, “su esposa fue una víctima del terrorismo de Estado porque ella después de esta situación tremendamente violenta y de amenaza directa que sufrió nunca tuvo respuesta en la justicia”.
Relató que, tras el secuestro de su marido, “cuando la iban a ir a buscar se refugiaba en su casa materna y prácticamente no salió durante toda la dictadura. Cuando llegaban visitas a su casa, por más que fueran personas conocidas, ella se escondía dentro de un ropero y así sobrevivió a la dictadura con las secuelas que eso le generó en su salud mental”.
Respecto a esta historia que relata en nombre propio concepto de “extensión del daño” y muestra la vulnerabilidad de los militantes populares frente a la represión institucional y sus secuelas, dijo que hay una escena que uno la puede pensar como esperanzadora. “Es cuando Susana y Clarisa lograron en algún momento tener la suficiente firmeza como para ir a marchar durante un 24 de marzo en Río Cuarto, reclamando por memoria, verdad y justicia por el Peco y por los 30 mil, pero también es una historia triste porque Susana no fue reconocida por el Estado como víctima directa del terrorismo de Estado, solamente fue como viuda de un desparecido”.
Sostuvo que hubo fiscales de la megacausa que corrieron vista a la fiscalía de instrucción para que analice la situación de la propia Susana Miranda como víctima del terrorismo de Estado por eso de la extensión del daño y esa causa desprendida de la megacausa La Perla- La Ribera nunca prosperó. En ese sentido, recordó que “Susana termina falleciendo durante la pandemia sin que el Estado haya justicia con ella”.
“Por eso la historia merece contarse. Más allá de los ribetes tremendos que tienen las vivencias de las víctimas de la dictadura, también queda plasmado la clandestinidad de los que no tenían recursos para escapar del terrorismo de Estado”, concluyó Alexis Oliva.
