Con una nutrida participación de feligreses locales y visitantes de pueblos vecinos, Alejandro Roca vivió ayer una jornada de fe y encuentro comunitario en la tradicional fiesta patronal en honor a Nuestra Señora de la Asunción.

La celebración reunió a devotos que, con profunda devoción, acompañaron la procesión y participaron de la misa central, marcando un día significativo para la comunidad local.

El padre Bernardo Mac Loughlin, junto a seminaristas, guió la procesión con la imagen de la Virgen de la Asunción, culminando con una misa cargada de emotividad en la que la comunidad renovó su fe y compromiso. Durante la jornada, la gestión municipal expresó su deseo de que «nuestra Madre y Patrona, la Virgen de la Asunción, nos bendiga y acompañe para poder seguir trabajando juntos, en armonía y con la empatía suficiente para llegar a todos y cada uno de los vecinos».

El intendente Aldo Etcheverry, junto a autoridades municipales, el presidente del Concejo Deliberante Gastón Etcheverry, funcionarios de diversas áreas, representantes de la Policía, Bomberos Voluntarios y líderes de instituciones educativas, formaron parte de los actos centrales. La presencia de autoridades refuerza la relevancia de este evento como un símbolo de unidad y colaboración en la localidad.

Las fiestas patronales no solo reflejan la devoción religiosa, sino que son un espacio de encuentro que fortalece los lazos sociales y el sentido de pertenencia. Para Alejandro Roca, estos eventos son mucho más que una tradición: son un momento clave para renovar la identidad comunitaria y proyectar el futuro desde los valores compartidos.

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