La segmentación y el cálculo en base al Coeficiente de Variación Salarial establecería subas del 20% en tarifas subsidiadas y del 42,7% para el resto de los usuarios. El objetivo central del programa con el FMI es la reducción del déficit fiscal y segmento apuntado para reducir los gastos son los subsidios energéticos.

Tras el anuncio del acuerdo (cerrado en su totalidad) con el Fondo Monetario Internacional, el Gobierno de la Nación informó cuáles serán los movimientos tarifarios estipulados para el año 2022 y 2023, pero especialmente cómo estarán segmentados de acuerdo a las características de cada grupo familiar.

Para empezar, el Gobierno anunció aumentos del 20% promedio; pero de acuerdo a lo informado habrá nuevas actualizaciones. Es por eso que desde el Ministerio de Economía se difundieron una serie de parámetros que se tomarán en cuenta para los ajustes. Además, un 10% de los usuarios -considerados por su plena capacidad de pago- perderán los subsidios.

En cuanto a la segmentación, los usuarios residenciales se considerará como criterio objetivo el coeficiente de variación salarial (CVS) y luego se definirán medidas para que los subsidios se concentren en los sectores vulnerables. En ese sentido, con los aumentos de las tarifas de gas y de electricidad ajustándose a la evolución de los salarios, las subas serán de hasta el 42,7 por ciento. 

La segmentación para el bienio 2022-2023 contempla tres niveles, conforme los siguientes parámetros:

a) usuarios que dejarán de ser beneficiarios de subsidio al consumo energético en función de su plena capacidad de pago

b) usuarios beneficiarios de la tarifa social, para quienes el incremento total en su factura para cada año calendario será equivalente al 40% del CVS del año anterior.

c) para el resto de los usuarios el incremento total en la factura para cada año calendario será equivalente al 80% del CVS correspondiente al año anterior.

Con esto definido, se estima que los incrementos de este año no podrán superar el 21,36% para los beneficiarios de la tarifa social, y el 42,72% para el resto de los usuarios; ya que el CVS correspondiente al 2021 fue del 53,4%.

Según lo anunciado, durante 2022 y 2023 no podrán contemplarse otros incrementos por encima de los ya previstos para las categorías de segmentación de usuarios b) y c). Para el año 2022 se incluirán para el cálculo, los incrementos aplicados durante todo el año calendario.

La propuesta para los usuarios no residenciales contempla el pago de la tarifa plena para los Grandes usuarios de distribuidor (Gudi), y para el resto se procederá con una revisión tarifaria según la propuesta definida en la audiencia pública.

Por otro lado, para complementar la situación de los ajustes tarifarios, el Gobierno anunció que desarrollará un plan energético de mediano plazo que incluirá acciones tendientes a:

a) incentivar la inversión privada y pública para aumentar la generación y transmisión de energía, incluyendo la construcción de gasoductos y la expansión de la capacidad de producción de GNL y energía renovable.

b) reducir las pérdidas en el segmento de distribución mediante mejoras en los medidores, la facturación y la cobranza.

c) mejorar la eficiencia del consumo energético y la conservación del recurso.

d) fortalecer la focalización y la progresividad de los subsidios energéticos.

e) asegurar que, con el tiempo, las tarifas energéticas de los consumidores finales residenciales y no residenciales reflejen mejor, y de manera más predecible, los costos mayoristas del gas y la electricidad.

Fuente: NA

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