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Durante la Segunda Guerra Mundial, un día como hoy pero de 1945, Estados Unidos lanzó una bomba atómica sobre la ciudad japonesa que causó más de 700 mil muertes.

A pocos días del estreno de Oppenheimer, la película que retrata la vida de Julius Robert Oppenheimer, el físico estadounidense conocido como el «padre de la bomba atómica», se conmemora el 78 aniversario de una de las tragedias -provocadas por el hombre- más importantes de la humanidad. Sin embargo, la intención del audiovisual no fue más que sólo retratar la vida de su creador, no las consecuencias de su creación.

El 6 de agosto del 45′ a las 8:15 de la mañana, la bomba llamada «Little boy», explotó a unos 600 metros sobre el suelo japonés, liberando una enorme cantidad de energía nuclear.

La explosión generó una bola de fuego intensa y una onda expansiva destructiva que arrasó con gran parte de la ciudad. Se estima que murieron aproximadamente 70,000 personas de manera inmediata debido a la explosión y al calor extremo generado. Sin embargo, con el paso del tiempo, la cifra de muertes aumentó debido a los efectos de la radiación y a las heridas sufridas, llegando a más de 140,000 víctimas mortales.

La ciudad quedó prácticamente destruida, con edificios reducidos a escombros y una gran cantidad de heridos y personas desplazadas. Los efectos de la radiación tuvieron consecuencias devastadoras en la salud de las personas que sobrevivieron al ataque, generando enfermedades graves y secuelas a largo plazo.

El bombardeo de Hiroshima fue el primero de dos ataques nucleares realizados por Estados Unidos contra Japón durante la Segunda Guerra Mundial. Tres días después, se lanzó otra bomba atómica sobre la ciudad de Nagasaki, causando más muertes y destrucción.

Estos ataques nucleares marcaron un hito en la historia de la humanidad y tuvieron un impacto profundo en la conciencia mundial sobre el uso de armas nucleares y los horrores de la guerra. Eventualmente, estos sucesos llevaron a la rendición de Japón y al final de la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, el 6 de agosto se recuerda en Hiroshima con solemnidad y se realiza una ceremonia en el Parque de la Paz para rendir homenaje a las víctimas y promover la paz y la abolición de las armas nucleares.

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