Un 15 de julio, pero de 2010, se sancionó en nuestro país la Ley de Matrimonio Igualitario. En un nuevo aniversario, miles de argentinos celebran esta conquista que consagra y garantiza el derecho a contraer matrimonio a personas del mismo sexo.
Cabe destacar que, Argentina fue el primer país de América Latina en reconocer este derecho, cuyo logro histórico ubicó a la agenda de la diversidad sexual en la esfera política, estatal y pública.
A fin de permitir el matrimonio igualitario, el nuevo Código Civil establece en el art. 402: “Ninguna norma puede ser interpretada ni aplicada en el sentido de limitar, restringir, excluir o suprimir la igualdad de derechos y obligaciones de los integrantes del matrimonio, y los efectos que éste produce, sea constituido por dos personas de distinto o igual sexo”.
Argentina, Canadá y Uruguay fueron países precursores en aprobar el matrimonio igualitario por ley del Congreso. En Estados Unidos, Colombia y Brasil, la legalización a nivel federal fue por vía judicial, y en México la regulación del matrimonio igualitario es materia federativa, por lo cual aún no llega a todos los estados.
Por otro lado, en Venezuela, Paraguay y Perú no rige el matrimonio igualitario; en el caso de Perú, hay un reconocimiento limitado a los derechos patrimoniales. En Bolivia tampoco se aplica, pero hubo un caso reconocido como unión civil.
Con respecto a los requisitos, según la Ley 26618, corresponden los mismos que para una pareja heterosexual. Para iniciar los trámites se debe dirigirse al Registro Civil que corresponda al domicilio de cualquiera de los cónyuges y completar la solicitud inicial con estos sus datos.
Julio no es un mes más para los latinoamericanos. La sanción de la ley de Matrimonio Igualitario marcó un hito más en la larga historia que nuestro país construye en relación a los derechos humanos y a la democracia.