El 2024 es el segundo peor año de la década en lo que respecta a superficie quemada en la provincia de Córdoba. El mapa actualizado detalla las áreas afectadas entre julio y septiembre, donde se registraron 363 focos que arrasaron con 93.396 hectáreas, afectando tanto a ecosistemas naturales como a propiedades rurales.

Córdoba enfrenta un 2024 crítico en términos de incendios forestales. Según el último informe de la Dirección de Gestión de Riesgos, en colaboración con la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático y Protección Civil, y elaborado con el apoyo de IDECOR y otros organismos provinciales y nacionales, los datos del tercer trimestre revelan el devastador impacto del fuego en la provincia.

Septiembre ha sido el mes más crítico del trimestre, con casi el 84% de la superficie afectada. Este comportamiento anómalo, en comparación con los incendios de 2022 y 2023, se atribuye a las condiciones climáticas extremas del mes, caracterizadas por altas temperaturas, cielos despejados y una notable falta de lluvias que facilitaron la propagación del fuego en toda la provincia.

Áreas y vegetación afectadas

Los departamentos más golpeados por el fuego fueron Punilla, Calamuchita y Totoral. En Punilla, el fuego consumió 21.185 hectáreas, seguido de Calamuchita con 19.713 hectáreas y Totoral con 10.675 hectáreas. Las zonas de Reserva —Nacionales, Provinciales y la Reserva Natural de la Defensa— también sufrieron graves daños, con 39 incendios que afectaron 29.965 hectáreas de áreas protegidas, poniendo en peligro la biodiversidad y recursos naturales de alto valor ecológico.

La cobertura vegetal más impactada ha sido el matorral y arbustal, que representa el 53% de la superficie quemada, equivalentes a 49.930 hectáreas. Los pastizales naturales, esenciales para la vida silvestre, perdieron 17.745 hectáreas, mientras que el monte sufrió un daño significativo en 10.890 hectáreas, un área crítica para la preservación de especies autóctonas y la estabilidad ecológica de la región.

Incendios de gran extensión: el fuego avanza sin tregua

Entre los incendios más extensos, se destaca el ocurrido en Capilla del Monte, que comenzó el 19 de septiembre y devastó 42.046 hectáreas en los departamentos de Punilla, Totoral, Ischilín, Colón y Cruz del Eje. Este siniestro no solo arrasó con vastas extensiones de matorrales, arbustales y pastizales, sino que también dejó tras de sí un ecosistema profundamente afectado y en riesgo de erosión.

Otro gran incendio tuvo lugar en El Durazno, en Calamuchita, a inicios de septiembre, y afectó 10.644 hectáreas, principalmente matorrales y arbustales. El tercer evento en magnitud fue registrado en julio, en La Travesía, también en Calamuchita, donde el fuego consumió 7.614 hectáreas.

Impacto en propiedades rurales y pronóstico sombrío

Según estimaciones de la Dirección General de Catastro, más de 5.800 parcelas fueron alcanzadas por el fuego en lo que va de 2024. La gran mayoría, el 98%, corresponde a tierras de uso rural, con un 77% de las propiedades afectadas en más de la mitad de su superficie. Este impacto no solo golpea a la economía local sino que también afecta a productores y poblaciones dependientes del trabajo en estas áreas, quienes deben afrontar los desafíos de la recuperación tras las pérdidas.

La evolución de estos incendios y la situación del tercer trimestre pueden ser consultadas en el Reporte Interactivo, junto con un análisis del Índice Meteorológico de Peligrosidad de Incendios (FWI), que proyecta un escenario de riesgo elevado para los próximos tres meses.

Gustavo Nicola, de la Federación de Bomberos Voluntarios de Córdoba, destacó la labor continua de las 191 instituciones del sistema de Bomberos Voluntarios de la provincia, quienes colaboran mensualmente en la actualización de los datos sobre las superficies afectadas. Este informe, de acceso público, busca servir como base para políticas de remediación y asistencia a los afectados.

En un 2024 que ya ha superado los peores registros de años recientes, Córdoba se enfrenta a la necesidad urgente de una respuesta integral para contener los incendios, proteger sus ecosistemas y mitigar los efectos del cambio climático, que hacen de esta provincia un territorio cada vez más vulnerable al fuego.

Informe completo: clic aquí

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