Los remedios no necesitarían el visto bueno de ANMAT. En el entorno de Javier Milei analizan otras medidas, como la creación de una agencia paralela y la venta a través de medios electrónicos.
El Gobierno acelera su agenda de desregulación. Los medicamentos se transformaron casi en una obsesión para el ministro Federico Sturzenegger que está dispuesto a promover la importación de productos de países con baja vigilancia sanitaria sin controles de la ANMAT, con el objetivo de bajar los precios. La estrategia es incentivar las compras al exterior por parte de las provincias. Los laboratorios locales advierten por los riesgos para la salud. En el entorno de Javier Milei analizan otras medidas, como la creación de una agencia paralela y la venta a través de medios electrónicos.
En las últimas semanas, la Casa Rosada entró en una especie de carrera por acelerar la importación de medicamentos provenientes de países con baja vigilancia sanitaria. “La mitad de Asia se cura con los medicamentos de India, si los traemos el precio cae a un décimo”, fantaseó el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.
El interés del Ejecutivo coincide con sondeos que hizo el gobernador de Mendoza en las últimas semanas para cotizar al menos 178 medicamentos en el país asiático. La intención del Gobierno es que sean las provincias quienes avancen con la compra de los productos porque pueden hacerlo sin la necesidad de contar con los controles que realiza ANMAT y que pueden llevar un proceso de hasta tres años.
Actualmente las importaciones no están cerradas. Lo que existen son procesos a cargo de la agencia reguladora que divide sus condicionamientos de acuerdo al nivel de vigilancia sanitaria.
En el Anexo 1 del decreto 150/92 están países como Estados Unidos, Canadá, Japón, Francia, entre otros. En ese caso, los productos pueden ingresar con un simple registro en ANMAT. Esto sucede porque Argentina reconoce la actuación de esas agencias en el control de las buenas prácticas.
En cambio, en el Anexo II se encuentran los países con un nivel de vigilancia más bajo. Para esos productos, la autorización depende de la presentación de información del producto, un certificado de la autoridad sanitaria de origen y de la certificación de la planta por parte de países del Anexo I o por la propia ANMAT. En ese grupo de fabricantes está India.
Advierten un “incremento en los riesgos”
Según pudo saber Ámbito, en los últimos días, la Casa Rosada incentivó a más provincias a importar medicamentos por su cuenta para evitar los controles de ANMAT. La agencia reguladora emitió un comunicado en el cuál destacó que los gobiernos provinciales no requieren de su autorización.
Para la ex jefa de Gabinete del Ministerio de Salud, Sonia Tarragona, “los requisitos de importación obedecen a criterios estrictamente sanitarios” y su omisión “incrementaría significativamente el riesgo”. En ese punto, la ANMAT anticipó: “La responsabilidad política y legal de asegurar la calidad, eficacia y seguridad de lo que se decida importar corre exclusivamente por el gobierno provincial”.
Impacto económico
En la industria aseguran que estas maniobras configuran un escenario de competencia desleal: los productos importados desde países del Anexo 2 no estarán obligados a cumplir requisitos que los fabricantes locales sí. Advierten entonces que se ponen en riesgo miles de fuentes de trabajo en laboratorios, distribuidoras y droguerías.
El Gobierno apuesta a que el crecimiento de las importaciones traiga una baja en los precios. Según Tarragona: “no hay evidencia de que el ingreso de esos productos impacte en la reducción de precios del mercado local” y advirtió que el escenario “acrecienta la dependencia comercial y la vulnerabilidad en contextos desfavorables como se vio en la pandemia de COVID-19”.
Más desregulación
El Gobierno analiza otras medidas para desregular el sector. Busca abrir el juego al comercio electrónico y la venta en comercios no especializados, lo que diluiría el rol de los farmacéuticos profesionales. En Casa Rosada hay quienes sueñan con crear una agencia médica paralela para facilitar la importación de productos.
De a poco, Federico Sturzenegger comienza a transformarse en un obstáculo en la relación del Gobierno con los empresarios. “Opina de todo y no sabe de nada. Hoy es experto en transporte, mañana en salud y así…”, disparó un representante de firmas, en una crítica que se vuelve cada vez más recurrente en el mundo de los negocios.
Fuente: Ámbito