La vocera de Aguas Cordobesas, Cristina Barrientos, brindó detalles sobre cómo cuidar mejor el agua en épocas de calor.
Con la llegada del calor y la temporada estival, las sierras de Córdoba enfrentan una situación alarmante debido al incremento del consumo de agua potable y la escasez del recurso. La emergencia hídrica en la región ya preocupa a las autoridades y a la empresa Aguas Cordobesas, que advierten sobre las complicaciones que se esperan para los próximos meses, tanto en la ciudad capital como en las localidades serranas.
La vocera de la empresa, Cristina Barrientos, en una entrevista reciente en el programa Ponete al día, reveló que el consumo promedio diario en la ciudad de Córdoba es de 350 litros por persona, una cifra significativamente alta en comparación con otras urbes de características similares. Esta situación se agrava en verano, cuando las altas temperaturas llevan el consumo a picos de hasta 500 litros diarios por persona, lo que genera una presión insostenible sobre las dos plantas de potabilización de la empresa: Suquía y Los Molinos.
Un consumo excesivo frente a la escasez
Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo diario de 100 litros de agua por persona, Córdoba registra cifras mucho más elevadas, incluso cuadruplicando esa cantidad durante los meses más cálidos. Este uso desmedido del recurso se debe, en gran medida, a costumbres que fomentan el derroche, como el riego indiscriminado y el recambio constante de agua en piletas, prácticas que se intensifican durante el verano.
Este panorama no solo afecta a la ciudad de Córdoba, sino que las sierras también enfrentan una situación crítica. Allí, la llegada de turistas durante la temporada alta, junto con el aumento de las temperaturas, incrementa aún más la demanda de agua potable en áreas que ya sufren estrés hídrico.
Impacto en las sierras cordobesas
Las sierras cordobesas, que cada año reciben miles de turistas, están atravesando una sequía que pone en riesgo no solo la disponibilidad de agua potable, sino también los ecosistemas locales. La falta de lluvias en los últimos meses ha afectado los niveles de los ríos y arroyos que alimentan los sistemas de agua potable de la región. En localidades como Villa Carlos Paz, La Falda y Capilla del Monte, los reservorios están al límite, y se teme que las fuentes de agua no logren abastecer la demanda turística y local si no se toman medidas inmediatas.
“Este verano se perfila como uno de los más complejos en términos de provisión de agua en las sierras, sobre todo si continúa la sequía. Es imprescindible que la población tome conciencia del uso responsable del recurso”, advirtió Barrientos.
Campañas de concientización y medidas urgentes
Frente a este escenario, Aguas Cordobesas y el Gobierno de Córdoba ya han lanzado campañas de concientización para promover un uso más eficiente del agua. Sin embargo, se reconoce que estas medidas deben ser acompañadas por políticas más estrictas y eficaces, como la implementación de regulaciones sobre el uso de agua para el riego y las piletas, y la mejora en la infraestructura hídrica para evitar pérdidas y optimizar la distribución.
En otras ciudades que han enfrentado problemáticas similares, se han implementado políticas exitosas de reducción de consumo, logrando que el promedio diario de agua por persona no supere los 150 litros. Córdoba aún tiene mucho camino por recorrer en este sentido, y el desafío para las autoridades será establecer medidas que equilibren la demanda creciente con una oferta que, claramente, está en peligro.
Un llamado a la responsabilidad
La crisis hídrica no solo afecta a los sistemas de agua potable, sino también a la biodiversidad de las sierras cordobesas, que dependen del agua de ríos y lagos para su subsistencia. Además, el estrés hídrico puede agravar otros problemas como los incendios forestales, una amenaza latente en la región durante el verano.
El mensaje de las autoridades es claro: el uso racional del agua es una responsabilidad compartida, tanto por los residentes como por los turistas. “Consumimos cuatro veces más el agua que necesitamos para vivir”, afirmó Barrientos, señalando que la conciencia sobre el recurso escaso debe formar parte del día a día de cada persona, especialmente en un contexto tan delicado como el que atraviesa Córdoba.
A medida que el calor comienza a intensificarse, las sierras se preparan para una temporada donde cada gota de agua será vital. Sin un cambio en los hábitos de consumo y la implementación de políticas que promuevan la sostenibilidad, las complicaciones durante el verano parecen inevitables.