Más de diez mil personas se movilizaron en Río Cuarto en defensa de la educación pública, libre y gratuita y para exigirle al presidente Javier Milei que no vete la Ley de Financiamiento Universitario.
Miles de personas con pancartas, carteles, afiches, trapos, banderas, bombos y redoblantes se manifestaron para expresar su disconformidad por el desfinanciamiento de las universidades, el derrumbe de los salarios y el recorte de fondos que afecta a la docencia, la investigación, la extensión y las becas en la Universidad Nacional de Río Cuarto.
Tal como se lo anticipaba, el correlato riocuartense de la Marcha Federal Universitaria tuvo una convocatoria nunca antes vista, incluso superando aquella multitudinaria que se registró en el mes de abril. En esta oportunidad, más de diez mil personas se congregaron para marchar por la Universidad Nacional de Río Cuarto, frente al contexto desfavorable y lo difícil situación salarial de los docentes y nodocentes universitarios. Recordamos que el 60% de los trabajadores universitarios están por debajo de la línea de pobreza.
En Río Cuarto, la marcha estuvo encabezada por la Dra. Marisa Rovera, rectora de la UNRC, acompañada por la vicerrectora Nora Bianconi, demás autoridades universitarias, gremiales y estudiantiles junto a ex-rectores de la casa de estudios local.
A lo largo de unas diez cuadras se extensión la marcha que reunió a representantes de todos los sectores, desde estudiantes, docentes y nodocentes, ex rectores, organizaciones barriales, vecinales, sociales y espacios políticos de diferentes colores. También participaron autoridades municipales, como el intendente Guillermo De Rivas, la presidente del Concejo Deliberante de Río Cuarto, Ana Medina, intendentes de otras localidades del Gran Río Cuarto como Maximiliano Rossetto de Santa Catalina, concejales y miembros de diferentes instituciones locales.
La movilización se inició en la plaza San Martín y finalizó frente al palacio municipal donde se leyó el documento que se reiteró en todas las manifestaciones de este miércoles en distintos lugares del país.
En el marco de la Segunda Marcha Federal Universitaria, se reiteraron los reclamos por el desfinanciamiento del sistema universitario y científico, destacando la gravedad de la situación actual. La reconducción del presupuesto 2023 para el 2024 ha desactualizado las partidas de gastos, afectando salarios y paralizando más de 100 obras de infraestructura. Además, las becas estudiantiles no alcanzan, lo que pone en riesgo el acceso y la permanencia de miles de estudiantes.



Los manifestantes denunciaron la falta de voluntad del Gobierno para negociar paritarias docentes y nodocentes, lo que ha llevado a una pérdida salarial severa, afectando la continuidad de cuadros académicos y de personal. También señalan una campaña deliberada de desprestigio hacia las universidades públicas para justificar el ahogo presupuestario.
En el ámbito científico, la situación es crítica debido a la falta de financiamiento, que ha afectado tanto a docentes-investigadores como a becarios. Las obras de infraestructura están paralizadas, y la reducción de fondos para programas de investigación pone en peligro proyectos en curso.
A través del documento que leyó, la rectora Marisa Rovera hizo un llamado al presidente de la Nación para promulgar la Ley de Financiamiento Universitario, aprobada por el Congreso, que busca otorgar previsibilidad presupuestaria y mejorar las condiciones salariales en línea con la inflación. Los estudiantes y la comunidad universitaria exigen al Congreso que modifique el presupuesto 2025 para evitar una crisis aún mayor en las universidades y el sistema científico, que son claves para el desarrollo y la justicia social del país.