La ciudad de General Deheza avanza hacia un modelo sustentable mediante el uso de biocombustible en su flota municipal, fruto de un acuerdo con la empresa Arquea. La iniciativa promueve la recolección de aceite vegetal usado y la reducción de emisiones contaminantes.

El municipio de General Deheza dió un paso significativo en su compromiso con la sostenibilidad ambiental al comenzar a utilizar biodiésel en los vehículos del Complejo Ambiental local. Este biocombustible, elaborado a partir de aceite vegetal usado recolectado en la misma ciudad, se enmarca en un convenio firmado entre el intendente Eduardo Pizzi y la empresa cordobesa Arquea, especializada en la transformación de residuos en energía limpia.

El proyecto, que ya tiene su primer vehículo funcionando con biodiésel —una camioneta Ford F100 adaptada especialmente para este combustible—, busca que toda la flota del Complejo Ambiental funcione exclusivamente con esta fuente de energía en el corto plazo. Según explicó Carolina Roldán, responsable del área de Medioambiente del municipio, «la reducción de las emisiones de dióxido de carbono es del 90% en comparación con los combustibles fósiles, lo que representa un cambio muy positivo para la ciudad y su huella ambiental».

Economía circular y participación comunitaria

El biodiésel utilizado proviene del aceite vegetal usado que se recolecta en la ciudad, un proceso que involucra tanto a emprendimientos gastronómicos como a los vecinos. Durante eventos locales, como las fiestas patronales, el municipio distribuye bidones a los food trucks para recuperar el aceite de cocina usado. Además, restaurantes y hogares se suman a la iniciativa, llevando el aceite que utilizan a los puntos limpios habilitados. «Esto genera una cadena de beneficios: reducimos residuos, impulsamos el reciclaje y obtenemos combustible ecológico», destacó Roldán.

Una vez recolectado el aceite, la empresa Arquea lo transforma en biodiésel, que luego es entregado al municipio. En el primer intercambio, General Deheza recolectó 1.500 litros de aceite en cinco meses, recibiendo 1.000 litros de biodiésel certificados por la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), garantizando la calidad del combustible.

Un cambio con impacto global

El uso de biodiésel no solo representa una reducción en el consumo de combustibles fósiles, sino que también abre la puerta a una serie de políticas públicas orientadas al cuidado del medio ambiente. “Estamos demostrando que es posible integrar a la comunidad en un esquema de economía circular que beneficia a todos. Lo que para muchos es un desecho, aquí se convierte en una oportunidad para reducir nuestra dependencia del petróleo y bajar las emisiones contaminantes”, subrayó Roldán.

Este tipo de políticas públicas son fundamentales en un contexto donde la lucha contra el cambio climático exige acciones concretas y de gran alcance. Al reutilizar residuos locales para la producción de energía, General Deheza no solo reduce su huella de carbono, sino que se posiciona como un referente en la implementación de prácticas ambientales sostenibles.

Futuro sustentable

El plan del municipio es que todos los vehículos municipales operen con biodiésel en un futuro cercano. Esto no solo incluye los del Complejo Ambiental, sino también otros sectores donde se puedan aplicar estas tecnologías. «Queremos que nuestra ciudad sea un ejemplo de cómo las pequeñas acciones pueden generar grandes cambios a nivel ambiental», enfatizó la funcionaria, quien aseguró que continuarán trabajando para ampliar el alcance del programa.

Con esta iniciativa, General Deheza refuerza su compromiso con la sustentabilidad y demuestra que el cambio hacia un futuro más verde está al alcance de todas las comunidades, grandes y pequeñas.

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