El ministro de Seguridad Juan Pablo Quinteros defendió su gestión después que dirigentes opositores anuncien que impulsarán el juicio político en su contra. Aseguró que no renunciará pese a las críticas.
En respuesta a las duras críticas de los dirigentes opositores Luis Juez y Rodrigo De Loredo, quienes anunciaron su intención de iniciar un juicio político en su contra, el ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, defendió su gestión y dejó claro que no considera la renuncia como una opción. “No se me cruza por la cabeza renunciar”, aseguró de manera contundente durante declaraciones públicas.
El pedido de juicio político fue anunciado este jueves en una conferencia de prensa realizada en el tercer piso de la Unicameral, donde los legisladores de Juntos por el Cambio catalogaron a Quinteros como el «peor ministro de los últimos 26 años». Según De Loredo, el funcionario provincial «carece de profesionalismo y perfil técnico», mientras que Luis Juez, excompañero de Quinteros en el Frente Cívico, lo tildó como «uno de los dirigentes con más desprestigio de Córdoba».
Acusaciones de la oposición y la defensa de Quinteros
Durante su intervención, el ministro desestimó las críticas y las calificó como una estrategia política vacía: “Se trata de una búsqueda de rédito político, ellos creen que su función es esa”, afirmó, sugiriendo que el ataque se centra más en obtener ventajas partidarias que en proponer soluciones reales para la seguridad en la provincia.
En su defensa, Quinteros también consideró exagerado responsabilizarlo por los problemas de conducta de los más de 22 mil policías que conforman la fuerza de seguridad provincial. “Es una exageración hacerme cargo de la actitud individual de 22 mil policías”, señaló, haciendo referencia a las recientes controversias que han involucrado a agentes de la Policía de Córdoba.
Complicada situación de la Policía de Córdoba
El malestar dentro de la fuerza policial se profundizó tras la detención del subjefe de la Policía, Alejandro Mercado, a principios de septiembre. Desde entonces, una serie de hechos delictivos que involucraron a agentes policiales han puesto a la institución en el ojo de la tormenta, avivando las críticas de la oposición y los cuestionamientos a la gestión de Quinteros.
Sin embargo, el ministro enfatizó su compromiso con la depuración de la fuerza policial, afirmando que su política es apartar a cualquier miembro que se desvíe del deber, sin importar su rango. “Sea un cabo en el último lugar de la provincia o así sea jefe de policía, mi compromiso es apartar a cualquiera que se aparte del cumplimiento del deber”, remarcó Quinteros.
Medidas para fortalecer la seguridad
Entre las acciones destacadas por Quinteros para mejorar el control y la eficiencia dentro de la fuerza policial, mencionó la implementación del narcotest como requisito para los ascensos dentro de la policía. Esta medida, que calificó como «novedosa», tiene como objetivo garantizar que los agentes que ascienden en la jerarquía lo hagan cumpliendo con estrictos estándares de conducta y profesionalismo.
Finalmente, el ministro fue contundente en su rechazo a las acusaciones de la oposición, al considerar que los ataques no solo lo afectan a él, sino también a toda la fuerza de seguridad. “Si creen que están pegándole a un ministro, les quiero decir que están haciendo algo mucho peor, que es pegarle a una fuerza policial, porque estos policías son los que salen a jugarse la vida todos los días”, concluyó.
Mientras la oposición presiona por la destitución del ministro, el gobierno provincial mantiene su apoyo a Quinteros. El debate sobre la seguridad en Córdoba, alimentado por los recientes incidentes y las críticas políticas, promete seguir siendo un tema candente en la agenda pública de las próximas semanas.