Después de varios años de pausa debido a la pandemia y otros desafíos organizativos, la tradicional Peña del Abrazo vuelve a Río Cuarto. El 13 de septiembre, la Granja Siquem convoca a la comunidad a reencontrarse en un evento que combina música, solidaridad y un fuerte mensaje de empatía en tiempos de crisis.

Luego de una pausa prolongada por la pandemia y otras dificultades, la Peña del Abrazo regresa con su 11° edición, organizada por la Granja Siquem. El evento, que se realizará el viernes 13 de septiembre en el club Banda Norte, es mucho más que una simple reunión festiva; “es un espacio para sostenernos y protegernos como comunidad, especialmente en tiempos donde la crisis golpea con fuerza”, expresó Patricia Barrera una de las creadoras de este espacio.

Juan Manuel Montoya, uno de los docentes y referentes de Siquem, expresó el significado profundo de este encuentro: «La Peña resulta de la idea de encontrarnos con otros y otras para protegernos y amortiguar los golpes que vienen. Nosotros sumamos voluntades hace más de 30 años para que los pibes puedan sentirse parte de esa protección y tengan lo que necesitan para avanzar en la vida». Con esta misión, la Granja Siquem viene trabajado por décadas para brindar a los adolescentes y jóvenes una red de apoyo que va más allá de lo material, buscando también atender las heridas emocionales que hoy son más profundas.

Es una organización sin fines de lucro, que desde 1993 brinda oportunidades para los jóvenes excluidos del mundo educativo y social, aportando un espacio comunitario familiar en el que día a día, desde los afectos, construye contención para niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad, ofreciendo experiencias pedagógicas-educativas y productivas con el objetivo de armar proyectos de vida digna para que puedan insertarse como parte activa de la sociedad.

«Cuando el pibe llegaba a su casa hace 25 años, tenía hambre en la panza, pero se lo podía ayudar con ropa, salidas al cine o el deporte. Ahora notamos que vienen con un vacío de vida y que es muy difícil encontrar la manera de abrazarlo. Por eso buscamos alternativas, siempre con el amor como canal y el trabajo para que ese pibe se sienta visto, escuchado, importante», añadió Montoya.

Este año, la Peña del Abrazo vuelve en un contexto especialmente duro para la comunidad. «La fiesta convoca a muchísima gente y creíamos oportuno volver en un momento de crisis que requiere de nosotros presentes, generando una red para amortiguar los golpes», destacó Montoya.

Además de ser un espacio de encuentro, la Peña tiene un componente económico fundamental para la continuidad de las actividades de la Granja Siquem.

Patricia Barreda contó que desde hace tiempo crearon la Cooperativa de Trabajo La Soberana para integrar a los jóvenes mayores de 18 años, es uno de los pilares que permiten a los chicos formarse y tener un proyecto de vida. También hay muchos pibes que residen en la Granja “somos una gran familia”, sostuvo Barreda.  Sin embargo, la realidad sigue siendo compleja: «Lamentablemente no podemos contener a todos. Tenemos lugar para unos cincuenta pibes», explicó.

Patricia Barrera sostuvo que el valor de la Peña del Abrazo radica en la comunidad que se forma en torno a los jóvenes: «En Siquem somos familias y hacemos las cosas con ellos como si fueran nuestros propios hijos. Yo creo que esa es la diferencia con otros espacios, porque queremos que el pibe forme parte de esa familia, más allá de las diferencias».

Con música, comida y el abrazo como símbolo de resistencia y esperanza, la Peña del Abrazo se proyecta como un momento único de encuentro y solidaridad en Río Cuarto. Más allá de la recaudación de fondos, lo esencial está en la posibilidad de «respetar la vida por medio del abrazo», como subrayó Montoya.

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