Así lo expresó Gastón Strazzi, militante y estudiante de Trabajo Social, en manifestación contra el fuerte recorte de fondos nacionales a las universidades públicas y gratuitas del país. Además, agregó que la militancia estudiantil también se sumará al paro general del 24 de enero
Ante la decisión del gobierno de Javier Milei de prorrogar el presupuesto del 2023, las universidades nacionales ven con incertidumbre el presente año. Al punto que se estima que dicho fondo cesará en los meses de abril/mayo.
El pasado diciembre del 2023 cerró con más del 25% de inflación, lo que terminó por representar una cifra inflacionaria del 211,4% anual. No obstante, y lejos de soluciones frente a este panorama inflacionario, la anunciada desregulación de los precios y el aumento de tarifas, vuelven la educación superior una tierra lejana de andar.
“Estas medidas son un impacto directo en el bolsillo de nosotros los estudiantes que trabajamos y que venimos de familias trabajadoras. Y ya no vamos a poder afrontar estos costos, y los vamos a tener que abandonar, lamentablemente”, expresó Strazzi.
Al respecto, la asamblea de Trabajo Social, junto con otras asambleas conformadas por estudiantes de la UNRC, vienen realizando una serie de medidas para defender la educación pública. Desde mesas de diálogo y ollas populares, hasta una marcha exclusiva por la supervivencia de las universidades nacionales, públicas y gratuitas.
Comida, techo y transporte
Solar riendas en términos monetarios recae injustamente en la clase trabajadora. Lejos quedó la falsa promesa del “pago lo hace la casta”.
En diciembre del 2023, se publicó un relevamiento realizado por la Defensoría del Pueblo de la provincia, donde se estableció que un estudiante universitario necesita –como mínimo– $152 mil por mes para vivir y estudiar. Pero esa cifra ya quedó tapada por la ola inflacionaria de diciembre.
“Seguimos con preocupación con el aumento del precio del menú del comedor, el año pasado se lo quiso ajustar al valor inflacionario mensual. Eso nos pareció que era un ajuste en el estómago del estudiante. Entonces organizamos una olla estudiante entre varias agrupaciones y asambleas. En la puerta del comedor y por suerte se pudo dar marcha atrás esa decisión”, manifestó Strazzi.
El transporte y la vivienda, otro lujo que no todos se pueden dar. El estudiante de Trabajo social expresó que los aumentos de la empresa de transporte riocuartense no se adecúan a la calidad del servicio. “El funcionamiento no es el correcto. No llega a todos los barrios. Entonces nosotros ya estamos poniendo la voz en el aire, antes del ingreso”. Además, agregó que “no hay certezas” sobre la implementación del BEG (Boleto Educativo Gratuito).
Con respecto la situación de los alquileres, Strazzi remarcó que la mayoría de los estudiantes “vienen de pueblos o provincias aledañas que hoy ya no están pudiendo alquilar. Sino que se quedan en sus pueblos y ven como hacen”.
Cabe destacar que, la vieja ley de alquileres protegía, de alguna manera, al inquilino, resignificando a la vivienda como un derecho digno de todo ser humano.
Para finalizar, Strazzi exclamó que este 24 en el paro general, junto con asambleas multisectoriales, se movilizarán “para visibilizar y luchar por y para el estudiante, el último eslabón de la comunidad universitaria”.