La concejala Milagros Obregón, presidenta de la comisión de Servicios Públicos del Concejo Deliberante, informó que están en tratamiento dos proyectos para modificar y actualizar tres ordenanzas referidas a la temática.
En diálogo con CBAHOY, la edil del oficialismo contó que en el Concejo Deliberante local están en tratamiento dos proyectos, uno de su autoría y otro enviado por el Ejecutivo municipal que tiene como objetivo actualizar el marco legal vinculado al servicio de transporte de taxis, remises y las posibles aplicaciones vinculadas a dicho servicio.
En este marco, informó que Se pretende actualizar la Ordenanza N°113 de 2016, referida a las aplicaciones móviles entre aquellas personas que prestan el servicio de taxis y remises en nuestra ciudad con el usuario. “En aquel momento, WhatsApp o la mensajería instantánea era lo que más prevalecía porque no había un desarrollo de software o aplicaciones como hay ahora, por eso es que necesitamos cambiar y adaptar esa ordenanza a los sistemas actuales”, precisó.
Por otra parte, otra cuestión a revisar está vinculada al Código de Faltas. “Nosotros decimos que ese contacto que se hace mediante aplicaciones tiene que estar registrado tenemos que saber cómo se conecta la gente con el servicio para poder prestarlo. Hay plataformas que tienen que estar autorizadas por el municipio para seguridad del pasajero, por lo cual resulta necesario establecer sanciones para quienes no cumplan con dichas exigencias”, explicó.
En esta línea, agregó: “Si encontramos que alguien está brindando un servicio a través de una aplicación no autorizada, es pasible de sanción”. Recordó que todas las sanciones están contempladas en el Código de Faltas que es lo que usa el juez para determinar las sanciones a aquellos que no cumplan con la norma. Por eso, se propone un cambio para establecer sanciones que vayan desde las 60 unidades multas hasta las 300 unidades de multa (más de 2 millones de pesos, ya que cada unidad de multa está en el orden de los $9.400) para quienes usen aplicaciones no autorizadas y ejerzan un servicio de transporte de pasajeros sin la licencia correspondiente.
Por otra parte, los concejales locales están analizando otro proyecto para modificar la Ordenanza 783 del año 2001 que es el Régimen Regulatorio Específico del Sistema de transporte Público y Semi- Público de pasajeros en la ciudad (taxis y remises).
Indicó que esta propuesta enviada por el Ejecutivo municipal consiste en “poder sancionar a través de esa ordenanza en diversos puntos y de varias maneras a quienes presten el servicio efectivamente, más allá de la aplicación, no estando autorizados y no teniendo la licencia para hacerlo, por ejemplo, un particular que pone su auto y transporte gente con un rédito económico sin cumplimentar las exigencias de un transportista de pasajeros”.
Milagros Obregón consideró que más allá de los nombres propios como UBER, «nosotros tenemos que regular para que la competencia sea equitativo, legal y sea reglamentada de la misma manera», manifestó la concejala de Hacemos por Córdoba en declaraciones a CBAHOY.
Señaló que actualmente en la ciudad hay unas 1.400 licencias otorgadas entre taxis y remises. Por lo tanto, la llegada de empresas como Uber podrían perjudicar a ese sector productivo. En esta línea, remarcó que esas empresas se instalan y no generan nuevos puestos de trabajo.
“Nosotros vamos a escuchar a todo aquel que quiera participar de este debate, que quiera dar su opinión en este sentido. Es un debate que nos tenemos que dar mirando al futuro”, expresó.
Señaló que es necesario analizar el tema en profundidad porque es una problemática que trasciende Río Cuarto y es necesario estar abiertos a los nuevos desafíos normativos que surgen a partir de la irrupción de las nuevas tecnologías que traspasan las fronteras de lo territorial. En esta línea interpeló: “¿Qué hubiera pasado si la empresa manifestaba que no se radicaba en Río Cuarto, sino en Las Higueras o en Holmberg? ¿Es lo mismo? ¿Qué podemos hacer desde una norma local con la descarga de una aplicación en los teléfonos? ¿Cómo controlamos esto?”.
“Creo que nos tenemos que poner a innovar y es un desafío que tienen las políticas públicas en este siglo XXI porque en el fondo está la idea sobre cómo queremos vivir”, concluyó
